[4] Sus habitantes fueron inducidos al cristianismo como casi todos los de esta zona, por fray Jacobo Daciano, fraile franciscano que llegó al occidente de Michoacán en el año de 1541.
En una época fue muy abundante la manufactura de jícaras laqueadas a las que la gente llamaba peribanas.
Actualmente cuenta con varias empacadoras de aguacate con opción a la exportación representando gran importancia de su actividad económica.
Por su población es la 25.ª ciudad más poblada de Michoacán.
[6] Según el relevamiento realizado, 6281 personas de 15 años o más no habían completado la educación básica —carencia conocida como rezago educativo—, y 8838 personas no disponían de acceso a la salud.