Antes de 1938 una importante vía férrea controlada por el gobierno que unió a la Ciudad de México con ciudades como Ciudad Juárez, Nuevo Laredo y Matamoros en la frontera con Estados Unidos.
En el centro del país operaba la empresa Ferrocarril Central Mexicano, originalmente de capital extranjero.
Esta ley estableció otorgar concesiones para tender líneas férreas únicamente cuando estas satisficieran las necesidades económicas del país y unieran el interior de la República con los puertos comerciales de mayor importancia.
[2] Ferrocarriles Nacionales de México fue creada para administrar las concesiones de todos los ferrocarriles del país, posteriormente surgieron también "empresas hermanas" las cuales fueron: A pesar de que las empresas ferroviarias del país habían sido nacionalizadas, seguían, en parte, involucradas manos extranjeras.
Las siglas utilizadas por esta organización fueron N de M y la frase: Unir-Servir.
[6] En 2022, Ferrocarriles Nacionales de México en Liquidación aún posee algunas líneas donde no se pueden otorgar concesiones o se consideran de importancia para la economía nacional, como el Transístmico, que va desde Salina Cruz, Oaxaca a Coatzacoalcos, Veracruz, aunque sus operaciones directas son contratadas a empresas privadas.
Notas en los archivos de la FNM en Puebla, México describen cómo una de estas locomotoras tuvo una rueda que se desintegró a alta velocidad, y también cómo las locomotoras Ciempiés fueron entregadas en 1948 con piezas faltantes.
Además de conexiones en Ciudad Juárez y Nuevo Laredo, hubo conexiones a trenes de Estados Unidos en Guadalajara, Piedras Negras y Matamoros.