Desde joven se dedicó al comercio, en Real de la Colorada, y a la minería.
Siguió a don Venustiano Carranza y se adhirió al Ejército Constitucionalista, en el que obtuvo el grado de mayor.
Permaneció al lado de Plutarco Elías Calles cuando este se enfrentó a José María Maytorena.
Colaboró con los principales jefes militares sonorenses, tal vez a excepción de Manuel M. Diéguez.
En el pueblo mágico, se puede visitar la casa donde residía y su tumba en el panteón local.