Tan solo estuvo operativo tres años y medio siendo parte del llamado camino vecinal de La Hiniesta a Carbajales de Alba, lo que hoy se conoce como carretera ZA-P-1405.
El proyecto municipal que se aprobó con un coste de 150.000 pesetas nunca vio la luz.
[7] La iniciativa sufrió diferentes avatares y las obras no comenzaron hasta el mes de julio de 1927, ya que la subasta había quedado desierta hasta en dos ocasiones.
[6] Los albarinos encargaron el proyecto a Díaz Burgos, advirtiéndole, de antemano, que había poco dinero.
El ingeniero propuso entonces un modelo de arcos similar a los promovidos por José Eugenio Ribera, que por aquel entonces construía el Puente Pino.
Las pilas centrales eran muy potentes, estaban dotadas de contrafuertes y tenían una planta curva cuya sección disminuía en la mitad superior.
El tablero volaba sobre los arcos y las bóvedas, pero apoyaba sobre los contrafuertes de las pilas.
[6][14] El puente reaparece cada ciertos años cuando baja la cota del embalse debido a motivos climatológicos como la sequía[6] o debido a motivos comerciales como la generación de electricidad por parte de la concesionaria Iberdrola.