Programa Cóndor

[6]​[7]​[8]​ Su desarrollo fue polémico desde su reconversión a un proyecto militar, tanto por su naturaleza como por presiones internacionales, principalmente de los Estados Unidos y el Reino Unido, quienes temían que un plan de semejante envergadura, con potenciales capacidades nucleares y único en el subcontinente, podía desestabilizar la región e iniciar una carrera armamentista entre los países sudamericanos, los cuales en su mayoría todavía se encontraban bajo dictaduras militares y con litigios territoriales.

Esta estructura, cuyos miembros participaban de manera ad honorem, resultó ser poco efectiva y complicó distintos proyectos espaciales del país.

Inclusive, alcanzó a influir y asesorar en la creación de la agencia espacial peruana: la Conida.

Este lanzamiento fue exitoso y demostró que la Argentina podía producir su propio combustible compuesto para cohetes.

Para despistar a la inteligencia extranjera, la instalación se llamó «Falda del Carmen», otra localidad cordobesa.

[28]​ Por ese entonces, Israel se encontraba desarrollando un programa similar de misiles balísticos llamados Jericho, que eventualmente llevaría al lanzador Shavit.

[nota 2]​[32]​[33]​ En Alemania, la comisión inició conversaciones con las empresas Messerschmitt-Bölkow-Blohm (MBB) y Dornier Flugzeugwerke.

[34]​[21]​[nota 3]​ MBB ofreció sus servicios para el desarrollo de motores, toberas, aerodinámica, electrónica y control térmico.

[37]​ En 1980, la FAA contrató a Consen (Consulting Engineers), una empresa subsidiaria de la MBB creada para proveer la asesoría técnica.

La CNIE vio limitada su relación con la DFVLR a sensores remotos, energías alternativas y otros proyectos de menor prioridad.

[41]​ En abril de 1982, la Junta Militar integrada por Leopoldo Galtieri, Jorge Anaya y Basilio Lami Dozo, ordenó la recuperación de las islas Malvinas y Georgias del Sur, que estaban en poder del Reino Unido.

A pocos días después, lo hizo el nuevo jefe de la Fuerza Aérea, brigadier general Teodoro Waldner.

Para ello, el brigadier Enrique Sthal realizó una gira en Oriente Medio, que obtuvo resultados satisfactorios.

[51]​ La Fuerza Aérea intentó desorientar a las agencias de inteligencia extranjeras presentando al cohete Alacrán como el Cóndor.

La superpotencia preveía que la decadente Unión Soviética ofreciera este tipo de conocimientos a cualquier país que tan solo pudieran pagarlo, lo cual representaba un alto riesgo para los países miembros de la OTAN.

[56]​ Egipto buscaba incrementar el poder militar del Cóndor con la implementación de una bomba termobárica en la ojiva.

Estos tres países árabes apoyaban la construcción del arma siempre y cuando sirviera para amenazar a Israel e Irán.

Después la cordobesa Bertolina Hermanos continuó el trabajo produciendo 23 tubos y conjuntos de colas.

[68]​ En junio de 1987, un periodista británico publicó un informe sobre las empresas contratadas para el misil argentino.

[76]​ Ante estas acciones, la Fuerza Aérea Argentina intentó desmentir las capacidades militares atribuidas al proyectil.

Sin embargo, Estados Unidos continuó presionando pues quería la destrucción de todo elemento e instalación del proyecto.

Los radicales replicaron que Cavallo intentaba distraer la atención de la intervención en el golfo Pérsico.

Se transfirieron todos los bienes de la CNIE a la CONAE incluyendo Falda del Carmen.

Algunos se jubilaron, otros intentaron infructuosamente obtener trabajo en la Fábrica Militar de Aviones y todos quedaron diseminados.

El personal intentó también una resistencia gremial a través de la Asociación Trabajadores del Estado, sin obtener resultados satisfactorios.

A continuación, las partes discutieron la eliminación de los elementos e instalaciones —interés estadounidense— o su reconversión para un proyecto pacífico.

[106]​ La Fuerza Aérea Argentina manifestó que no sería haría responsable de la destrucción del patrimonio nacional.

[114]​ Diputados radicales solicitaron al presidente Menem la no destrucción de Falda del Carmen.

De todas formas, ya no era posible su utilización para sus propósitos originales pues los equipos y máquinas vitales estaban inutilizados.

Además, el Gobierno despidió a los ingenieros y técnicos, quienes nunca pudieron reincorporarse.

Preparativos para el lanzamiento del cohete sonda Orión II.
La derrota en la guerra de las Malvinas llevó a la imposición de un embargo de armas en la Argentina, [ nota 4 ] ​ y motivó a la Fuerza Aérea Argentina a continuar el desarrollo del Cóndor como un programa militar.
Mock-up del Cóndor II.
El Centro Espacial Teófilo Tabanera fue construido reutilizando las instalaciones de la planta de Falda del Cañete.