Esta declaración, redactada en círculos emigrados, tuvo el efecto contrario al deseado.
La familia real se refugió en el salón comedor, que entonces albergaba la Asamblea Legislativa.
La Convención resultante se fundó sobre la doble idea de abolir la monarquía y redactar una nueva constitución.
Creció la importancia concedida al Comité de salud pública y sus competencias.
Las políticas y leyes del Comité llevaron la Revolución a un nivel nunca visto.
Tras la inestabilidad que caracteriza al Directorio, el primer objetivo del Consulado es consolidar el poder ejecutivo.
Asimismo, el Primer Cónsul se vio dotado de importantes poderes en materia diplomática y militar.
Sin embargo, la Constitución no rompe completamente con la colegialidad del Directorio, ya que sigue habiendo tres cónsules (aunque los dos últimos sólo tienen poder consultivo).
Era la primera vez que se otorgaba al gobierno francés el poder de legislar.
Puso fin a las insurrecciones en el oeste de Francia, ya fuera mediante negociaciones o con presencia militar.
Y lo que es más importante, puso fin a las guerras con otras naciones europeas, especialmente Austria.
El Banco de Francia fue creado en 1800, mientras que la Constitución también preveía la creación del Cour des comptes.
La justicia, por su parte, se volvió cada vez más autoritaria, aunque el Consulado no cuestionara la igualdad de todo ciudadano ante la ley.
Bonaparte hizo suprimir unos sesenta periódicos opuestos al régimen en enero de 1800.
Aunque la Constitución de An VIII otorgaba el poder a Bonaparte durante diez años, consiguió que el Tribunat, el Senado y el pueblo intervinieran mediante un plebiscito en 1802, para que un senatus-consult le otorgara el estatuto de cónsul vitalicio.