En él se ubican los museos del Prado y Thyssen-Bornemisza y en sus inmediaciones se halla el Centro de Arte Reina Sofía, promocionados turísticamente bajo la denominación de Paseo o Triángulo del Arte.Destacan el Edificio Villanueva, sede principal del Museo del Prado, el Real Jardín Botánico y los conjuntos escultóricos de las fuentes de Neptuno, Cibeles y Apolo.[1] El paseo debe su nombre al desaparecido «Prado de los Jerónimos», un conjunto de solares y prados silvestres situados alrededor del monasterio de San Jerónimo el Real, que marcaban el límite oriental del casco urbano madrileño.[2] La primera reforma urbanística del Prado Viejo tuvo lugar en el año 1570, bajo el impulso del rey Felipe II, que nueve años antes había establecido la Corte en Madrid.Dos son los cuadros del siglo XVII con vistas del paseo: Anónimo, Paseo del Prado en la Confluencia con Carrera de San Jerónimo; y Jan van Kessel III, (atribuido) Vista de la Carrera de San Jerónimo y el Paseo del Prado con cortejo de carrozas (1686), ambos pertenecientes a Carmen Cervera el primero expuesto en el Museo del castillo de Hochosterwitz en Launsdorf (Austria) y el segundo expuesto en el Museo Thyssen-Bornemisza.Las fuentes y los elementos decorativos fueron proyectados por Ventura Rodríguez, trabajando en las esculturas los más reconocidos escultores del momento.El Salón del Prado discurría desde la actual plaza de Cibeles a la glorieta de Atocha (glorieta del Emperador Carlos V), distinguiéndose tres tramos.Edificios singulares del siglo XX son hoteles Ritz (1910) y Palace (1912), y el palacio de Comunicaciones (1919), obra maestra del arquitecto Antonio Palacios Ramilo.
Situación del Paseo del Prado en el callejero de Madrid.
Estatua representando a dos niños con un jarrón, en el Paseo del Prado.