En 1817, Juan Sánchez Lima, gobernador de la ciudad de La Paz, inició planes para construir un paseo que atravesara los límites de la ciudad, la cual apenas se extendía hasta la actual Plaza Venezuela.
En 1828 el gobernador Luis Monje incluyó un pórtico de piedra que daba al extremo sur de la alameda, para 1855 se trasladó al lugar la fuente de berenguela que estaba originalmente en la plaza principal.
En 1909 se hicieron varias reformas limitando el número de árboles a la mitad, también se desmontó el pórtico de piedra y la fuente de berenguela dejando a la alameda casi como se la conoce actualmente.
El paseo acoge también importantes monumentos como el dedicado a Cristóbal Colón ubicado frente al pasaje Cabrera, la alegoría a la madre Patria rodeada de una fuente de agua ubicada frente a la calle Bueno y el Monumento a Simón Bolívar ubicado en la Plaza Venezuela que marca el final del paseo.
Con el paso del tiempo se han levantado a su alrededor las edificaciones más importantes de la ciudad entremezclándose construcciones de estilo republicano y gran variedad de edificios modernos convirtiendo a la zona en un referente del patrimonio arquitectónico de la urbe paceña.