Está dedicada a Julián de Picos, gobernador del Consejo de Castilla en la primera mitad del siglo xiv.[1] Algunos cronistas y/o estudiosos del callejero de Madrid, señalan el hecho paradójico de que esta calle esté dedicada a un tirano que oprimió al pueblo madrileño y que hacia 1339, y ante las protestas de los vecinos de la Villa, fue destituido por Alfonso XI “el Justiciero”, y condenado a 20 años de exacción y ordenada la demolición de su casa situada en esta ladera frontera al prado del Atochar; suceso este que casi tres siglos después fue al parecer el motivo de que el Concejo de la Villa nombrara así la calle que aquí se formó,[2] y que hasta entonces se conocía como camino o calle que sale a las «huertas de Valdemoro».[3] Ya aparecía con ese nombre en los planos metropolitanos de Texeira (1656) y Espinosa (1769).En 1777, parte de la calle fue vendida al platero aragonés Antonio Martínez Barrio,[4] que instalaría en esta zona su escuela industrial,[5] puesta en funcionamiento en 1792.[7] Convertido más tarde en garaje, a finales del siglo xx fue vendido a una empresa multinacional que lo trasformaría en un «espacio alquilable para coworking, eventos y reuniones» con acceso también por el número 22 de la calle de la Alameda.