Plaza de San Pedro

Por ese motivo, en el siglo iv se erigió en esta zona la gran basílica constantiniana de san Pedro.A principios del siglo xvi, la plaza era aproximadamente rectangular, sin pavimentar, y con un desnivel de unos diez metros entre el pie de la escalinata que conducía a la basílica y el barrio del Borgo.El papa Alejandro VI, para el jubileo del 1500, hizo abrir la primera calle nueva rectilínea de Roma, entre el puente Sant'Angelo y la puerta del Palacio Apostólico, quizá regularizando la calle medieval porticada conocida como Portica Sancti Petri,[4]​ que atravesaba la platea con una franja pavimentada, inclinada unos seis grados respecto al eje de la antigua basílica.El prototipo alejandrino nació en el ámbito de un programa que no era arquitectónico, ya que en esos años no se contemplaba reconstruir ni la basílica ni los palacios vaticanos siguiendo un diseño unitario.Aunque todo sería demolido y reconstruido alrededor de esa puerta, este eje nunca sería eliminado: la puerta se convertiría en la puerta de bronce del Palacio Apostólico; el atrio que había detrás se convertiría en el largo pasillo de Bernini, alineado con la Scala Regia, al fondo, que conduce a la sala homónima, desde la cual se accede por un lado a la Capilla Sixtina y por el otro a la habitación del pontífice.La construcción del gran edificio avanzó lentamente, con una larga lista de diseñadores: Bramante, Rafael (junto con Giuliano da Sangallo y Fra' Giocondo), Antonio da Sangallo el Joven con Baldassarre Peruzzi, Miguel Ángel, Jacopo Vignola, Giacomo della Porta con Domenico Fontana y Carlo Maderno.Durante todo el siglo xvi la plaza no se vio afectada por las obras de reconstrucción de la basílica, que continuaba dirigiendo hacia la plaza su antigua fachada, el cuadripórtico y varias construcciones adosadas.En los años posteriores, la plaza fue siempre concebida como cerrada en parte por evidente contraposición a la precedente Platea Sancti Petri, completamente abierta en todas las direcciones.En realidad, la intervención del siglo xvii comprende tres partes sucesivas: la nave longitudinal, junto con su fachada; la plaza de San Pedro interior, «cerrada» y proyectada de manera unitaria; y la Piazza Rusticucci exterior, «abierta», un espacio vacío obtenido sin ningún diseño ni «proyecto».En esa misma época Martino Ferrabosco adecuó la entrada a los palacios vaticanos construyendo un nuevo avant-corps monumental, marcado por una torre con reloj, situado también en el eje de la Via Alessandrina.En la primera mitad del siglo xvii Bernini también intentó delimitar la cúpula con dos campanarios para dar un mayor protagonismo al edificio, pero las críticas y el hundimiento de los cimientos le impidieron continuar con las obras.[9]​ En 1657 el primer proyecto fue sustituido por otro con pórticos sin arcos que formaban una amplia plaza oval y poco después por otro con columnatas con arquitrabes.Sin embargo, teniendo que aceptar el obelisco como centro de la nueva plaza, Bernini tuvo que girar el eje mayor del óvalo para hacerlo paralelo a la fachada, imprimiendo así una sensible deformación a la parte con forma de trapecio.Hasta entonces sus casas se extendían más allá del ábside de San Pedro en el lado meridional, entre este y las murallas, pero las demoliciones necesarias para la plaza lo dividieron casi por la mitad.Sin embargo, la plaza debía ser construida en una ladera, sobre la cual la posición del obelisco constituía una cota que no se podía modificar.Con la posición de las fuentes, que se interponen entre el observador y los avant-corps, Bernini oculta la incongruencia (la fuente norte había sido renovada por Maderno, la «gemela» al sur fue realizada por él mismo, junto con Matthia De' Rossi).La contribución de la Piazza Rusticucci al éxito del conjunto era determinante: no solo creaba la distancia necesaria para apreciar la cúpula por encima de la fachada, sino que también permitía contemplar la plaza y el pórtico y aprovechar este espacio delantero estrechamente unido al resto.Tras las demoliciones de Piacentini fue sustituida por la simétrica Piazza Pio XII, donde termina la Via della Conciliazione.Sin embargo, la Congregación, pese a decidir la demolición de la última manzana del Borgo Nuovo, pospuso cualquier obra por motivos económicos.Lo primero que hizo fue demoler la antigua fuente de Inocencio VIII y construir otra en su lugar.[12]​ Bernini diseñó su proyecto sobre todos los vínculos que los siglos precedentes —y los papas y arquitectos— le habían transmitido e impuesto.Solo en San Pedro pudo trabajar lo suficiente en un único contexto, en fases sucesivas y corrigiéndose a sí mismo.Hay anomalías, simetrías solo aparentes, soluciones insólitas, ajustes disimulados, conexiones bruscas aceptadas francamente, adaptaciones a los vínculos impuestos por los elementos preexistentes y artificios para enmascarar su irregularidad.Bernini no considera las proporciones un valor absoluto sino una variable dependiente de un contexto más amplio.La fachada, demasiado desarrollada en horizontal, baja y ancha, no podía ser elevada sin dañar la visual de la cúpula.Definida por Bernini como una fachada «agazapada», sin ninguna articulación apreciable en profundidad, fue modificada en un sentido tanto estético como funcional.Esta es la plaza más cercana, en cierto sentido, al «corazón del catolicismo»; la gran columnata oval siempre se ha considerado la imagen de dos grandes brazos que envuelven maternamente a los fieles.También se ha hecho habitual la cita del Angelus Domini, el domingo a las 12:00, cuando el papa se asoma desde la ventana de su estudio, saluda a la multitud, da un breve discurso, recita la oración del ángelus e imparte su bendición.Durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados alemanes que ocupaban Roma vigilaban su perímetro, sin poder entrar.[13]​ Junto al árbol se instalan setenta estatuas, que pretenden representar escenas de la Natividad.
La plaza de San Pedro vista por Giovanni Battista Piranesi (1748).
Grabado de la antigua basílica de San Pedro en torno al año 1450.
Imagen de la basílica.
La plaza a finales del siglo xvi .
La fachada con los campanarios de Maderno no realizados.
Una celebración litúrgica papal en 1983.
La plaza de San Pedro, con vista frontal de la basílica homónima; nótense las construcciones a sus lados, que hacen asimétrica la vista de la plaza.
La fuente vista desde el sur.
Vista nocturna.
La columnata oval de la plaza, delante del Palacio Apostólico.
El interior de la columnata.
La Piazza Pio XII, al este de la Plaza de San Pedro.
La zona de la Ciudad del Vaticano en una foto aérea de 1922.
La plaza con el tercer brazo.
Obelisco de San Pedro visto de noche.
Foto de La fuente de la Plaza de San Pedro de noche.
Mapa de la Ciudad del Vaticano en 1929.
El rione de Borgo antes de la construcción de la Via della Conciliazione .
La construcción de la calle en 1937: nótese el último palacio que cubría la plaza antes del final de las demoliciones.
La basílica vista desde la Via della Conciliazione.
La plaza en Navidad.
Benedicto XVI en la plaza de San Pedro con ocasión de una audiencia general.