Mehmet Ali Ağca disparó contra el papa cuatro veces mientras este entraba en la plaza.
A causa de los disparos, el papa perdió bastante sangre y tuvo que ser hospitalizado.
Según Vassilev, la misión le había sido encargada por el mafioso turco Bekir Çelenk en Bulgaria.
El 13 de mayo se sentaron en la plaza escribiendo postales, mientras esperaban la llegada del papa.
Cuando el papa pasó, Ağca le disparó varias veces[2] con una pistola semiautomática Browning Hi-Power calibre 9 mm, generando un ensordecedor griterío entre los asistentes a la audiencia en la plaza San Pedro.
Varios testigos (entre ellos una monja y dos cardenales) le impidieron tanto disparar más veces como escapar.
Çelik, presa del pánico, huyó sin poner la bomba ni abrir fuego.
El papa fue llevado al Palacio Apostólico para un primer diagnóstico, ya que exteriormente la herida no parecía seria.
A pesar de que la bala había evitado tanto la aorta abdominal como la arteria mesentérica, Juan Pablo II perdió casi el 75% de su sangre, sufriendo un shock por desangramiento, debido a la perforación intestinal.
Este centro siempre tiene una serie de habitaciones reservadas para el uso del papa.
Me sumo al duelo de mi pueblo cristiano católico» afirmó en un texto distribuido por su abogado.
[21] Hay varias teorías sobre el intento de asesinato llevado a cabo por Mehmet Ali Ağca.
[1] Ni el tribunal del juez Severino Santiapichi, ni la investigación del juez Franco Ionta, encontraron ninguna evidencia de que el SISMI "sembró" la historia de Ağca.
Un abogado francés, Christian Roulette, autor de varios libros que culpan a las agencias de inteligencia occidentales del intento de asesinato testificó ante el tribunal que la evidencia documental a la que se había referido en realidad no existía.,[24][25][26] [27] además los abogados franceses de Ağca consideraron muy dudoso que agentes búlgaros reclutaran a su cliente, pudiendo saber fácilmente que éste había militado en un grupo paramilitar de extrema derecha, e inverosímil que Bulgaria y la URSS se arriesgaran a patrocinar un atentado como éste, el cual podría más bien generar una grave crisis antisoviética en Polonia y perjudicar a la URSS a largo plazo.
Edward Herman alegó que Michael Ledeen, quien estaba implicado en el Irán-Contra y a quien se relacionaba con la logia masónica italiana P2 también ligada a Gladio, fue contratado por la CIA para propagar la teoría búlgara.
Ante ello, Andropov envió unas directrices secretas a los profesores de escuela soviéticos: El papa es nuestro enemigo.
Además, siempre busca los gestos superficiales en sus relaciones con la masa, por ejemplo, se pone un sombrero escocés, aprieta las manos de todo el mundo, besa niños, etcétera.
Para cumplir este objetivo, todos los medios están permitidos y no nos podemos permitir tener sentimientos.Se supo que Ali Ağca había hecho varios viajes a Sofía, la capital de Bulgaria y se quedó allí en un hotel frecuentado por agentes de los servicios secretos búlgaros.
También había tenido contactos con un agente búlgaro en Roma, cuya cubierta era la oficina de la aerolínea nacional búlgara.
En ese texto Juan Pablo II declaró estar convencido de que el tiroteo no había sido iniciativa de Ağca y que «otra persona lo planeó y se lo encargó [a Ağca]».
También dijo: :«Muchos políticos calculadores están preocupados sobre lo que pasaría si se revelase la verdad completa.