Tiene gracias una superficie de 86.88 kilómetros cuadrados, que representan el 0.41 por ciento del total estatal.
Existen bosques con árboles como pirul, mezquite, trueno, fresno, eucalipto, pino, huizache, capulín, alcanfor.
También cuenta con flora silvestre, como epazote, chicalote, jaramago, sábila, mirto, nopal, maguey, biznaga, organillo, quintonil.
Una gran variedad de flores, como cano, girasol, gigantón, rosilla, violeta, campanilla, alcatraz, llamarada, clavel, gladiola, nube, tanto como infinidad de hiedra, nochebuena, bugambilia, crisantemo, azucena, musgo, nardo, ya que el municipio tiene el clima propicio para su proliferación.
En transporte público se puede llegar por Ciudad Azteca, tomando el Mexibús hasta la estación Central de Abasto, en donde se encuentra una ruta de camionetas que en 20 minutos llegan al municipio.
En el pueblo de Cuanalan, ocho días después del Miércoles de Ceniza, se lleva a cabo el muy tradicional carnaval, que es un colorido festival en el que todo el pueblo participa.
Esta tradición proviene del siglo XX, ya que en esa época, la burguesía paseaba por las calles con atuendos finos (sombrillas, guantes, alhajas, etcétera), presumiendo y despreciando a la gente común.
Y al finalizar se realiza el gran baile del carnaval con música en vivo, para todos los gustos.
A la cabeza de la fila la cocinera principal carga un guajolote vivo, así como la persona que se encargó de cocinar la carne, carga la cabeza del cerdo o borrego que los asistentes degustaron.
Es un singular baile que nunca debe faltar en una tradicional boda en el poblado de Cuanalan.
Al descubrirla del manto que la envolvía para evitar dañarla más, los peregrinos encontraron la imagen reparada.
El 20 de noviembre, se realiza una fiesta tanto cívica como popular, que es acompañada con desfiles y bailes.
Fue edificado por los frailes agustinos entre 1539 y 1560 siguiendo el prototipo de fortaleza, característico del siglo XVI.
El Claustro Grande exhibe una maravillosa arquitectura del mismo estilo plateresco, con columnas de tipo isabelino.
Museo desde 1921, se encuentra en el Ex convento de San Agustín, anteriormente sólo tenía exposición en la antigua portería, la cocina, el refectorio y el anterefectorio.
Los resultados arrojaron una edad cercana a los dos mil años, es decir, desacreditaron el hallazgo; es más, estos estudios del doctor Santiago Genovés, publicados con el título de “Revaluations of Age, Stature and Sex of the Tepexpan remains”, también revelaron que los restos óseos pertenecían a una mujer.
[8] Estación edificada sobre la línea troncal México-Veracruz del Ferrocarril Mexicano, que fue inaugurada en enero de 1883.