Se llama tarántulas a las arañas más grandes de la familia Theraphosidae.
El nombre procede del troyano tarantola y alude a la ciudad de Tarento (en italiano, Taranto), en Apulia, región italiana meridional[1] en cuyo clima mediterráneo seco son abundantes las arañas de la especie Lycosa tarantula.
Se suponía que una agitación constante como la que produce la picadura (tarantismo) era, a la vez, la forma apropiada de combatir sus efectos y se dio en llamar tarantela a cierta danza, cuyo ritmo veloz imita esos movimientos.
Actualmente muchas especies de tarántulas terafósidas y diplúridas son comercializadas como mascotas exóticas en tiendas especializadas.
El cambio de exoesqueleto ocurre aproximadamente dos veces por año y es un proceso bastante delicado.