Piñata

Las piñatas se cuelgan de una cuerda a lo alto para ser rota con un palo o garrote por una persona, y que al romperse libera su contenido sobre los participantes en el juego.

La palabra piñata procede del vocablo italiano pignatta, quizá una derivación de pigna, piña, debido a la similitud en la forma de las piñatas u ollas más antiguas con una piña.

Sin embargo, también existe evidencia de que los mexicas realizaban una festividad similar para celebrar al dios Huitzilopochtli.

Lo hicieron al cubrir la olla con papel de color, y darles tal vez, un aspecto impresionante.

En 1586 los frailes agustinos de Acolman recibieron la autorización del Papa Sixto V para celebrar lo que se llamó “misas de aguinaldo”, que más tarde se convirtieron en las posadas.

Ellos usaron la piñata como una alegoría para ayudarse en sus esfuerzos por evangelizar a los pobladores de la región.

Los picos representaban los siete pecados capitales y los brillantes colores de la piñata simbolizaban la tentación.

Pegarle a la piñata es una diversión que encuentran principalmente los niños, y cuando los dulces caen, todos corren en su búsqueda.

En Argentina, Puerto Rico, Cuba, Colombia, Ecuador, El Salvador, Bolivia, Perú, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Uruguay, Chile, Venezuela y actualmente en México, las piñatas son exclusivas de las fiestas infantiles de los cumpleaños.

Si cumple su labor con éxito, generalmente al final se permite que el niño de más edad o con mayor altura rompa la piñata.

Las piñatas también se pueden encontrar en Europa en las últimas décadas, aunque a un ritmo más lento.

Piñatas tradicionales a la venta en un mercado de la Ciudad de México
Grupo de Piñatas de muchos colores al interior del Palacio Municipal de Otumba, Estado de México, México.
Ollas piñateras
Una piñata de siete picos.
Unas niñas rompen una piñata en una posada en la Ciudad de México .
Piñatas por Hugo Brehme entre 1890 y 1923