[2] Históricamente esta zona ha sido explotada con fines mineros, llegando a articularse un importante complejo de carácter minero-industrial.
Durante ese período también se levantaron importantes instalaciones industriales, líneas de ferrocarril, poblados mineros, etc.
La pirita cruda constituye el principal producto de la explotación, aunque históricamente también se han obtenido azufre, cobre, oro y plata.
[10] La producción metalúrgica de este período alcanzó su auge durante los siglos VI a. C. y V a. C., bajo el influjo del comercio de la península ibérica con los territorios del Mediterráneo oriental.[n.
[14] Las condiciones de trabajo revestían una gran severidad para los mineros —esclavos en su mayoría— debido a factores como el polvo, la fuerte humedad, la escasa iluminación o las altas temperaturas.
Sin embargo, la iniciativa de Escobar no encontró apoyo financiero y acabaría siendo abandonada.
[18] Paralelamente, en esa época el capital extranjero también comenzó a mostrar interés por los yacimientos del Andévalo occidental, especialmente ante las dificultades que surgieron para adquirir al Estado las minas de Riotinto.
[23] Sin embargo, diversas dificultades y problemas económicos echaron al traste las actividades.
Al poco de iniciar sus actividades en España la compañía británica también emprendió la construcción de una línea férrea,[24] así como un muelle-embarcadero en el río Odiel para dar salida a los minerales extraídos.
También se levantaron talleres, silos de mineral, central eléctrica, depósitos y viviendas, etc.
[26] En los primeros tiempos se mantuvo el sistema tradicional de galerías subterráneas, si bien desde finales del siglo XIX comenzó a ponerse en marcha la extracción a cielo abierto, las llamadas «cortas».
[29] En Calañas ocurrió algo similar, pues se pasó de los 1872 habitantes que había el año 1850 a los 9644 en 1887.
[29] En este municipio se construyeron dos poblados obreros junto a los yacimientos de La Zarza y Perrunal.
Se constituyó entonces una sociedad anónima laboral, Nueva Tharsis, mediante la cual los trabajadores asumieron la gestión directa del negocio.
En la Corta Filón Sur, la empresa Caledonia Mining mantuvo la extracción del gossan hasta 2002.
[40] Otra iniciativa significativa fue el establecimiento en 2007 del museo minero de Tharsis, cuya colección incluye material ferroviario,[41] y un extenso fondo documental.
A finales del siglo XIX la TOS construyó varios embalses en la cuenca: Grande, Pino y Puerto León.
[48] En la mina del Perrunal el desmantelamiento de patrimonio ha alcanzado unas cotas aún mayores.
Años después, en 1888, se añadió un ramal que enlazaba la vía general con la mina de La Zarza.
[51] Tras ello quedó constituida una red de vías, ramales y derivaciones que enlazaban entre sí los yacimientos e instalaciones industriales.