Sin embargo, diversas vicisitudes echaron al traste el negocio y acabarían marcando el declive económico de la empresa.
[1] Entre sus accionistas se encontraban el duque de Glücksbierg, Eugenio Duclerc, los hermanos Pereire o el Crédito Mobiliario Español.
Durante sus primeros años la empresa vivió un auge en sus actividades, repartiendo elevados dividendos entre sus accionistas.
Durante los siguientes años la compañía vivió una serie altibajos que motivaron cambios en su organigrama.[n.
1] Ante la mala situación económica, la dirección se puso en contacto con Charles Tennant y otros capitalistas británicos con el fin de encontrar una salida.