Explotadas sus reservas ya desde la Antigüedad, las actividades mineras alcanzarían su cénit durante la segunda mitad del siglo XIX bajo gestión de capital extranjeros.
En 1853 el ingeniero francés Ernest Deligny realizó investigaciones en la zona y seis años más tarde se pondría en marcha la explotación del yacimiento.
[4] Años más tarde el yacimiento pasó a manos de la Tharsis Sulphur and Copper Company Limited, que lo explotaría entre 1895 y 1902.
[5] Los trabajos cesaron debido a la baja ley del mineral y la poca rentabilidad económica que ofrecía.
Desde 2014 todo este conjunto patrimonial se encuentra incluido como Bien de Interés Cultural en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.