Durante el sexenio absolutista de Fernando VII (1814-1820), la corriente reformista liberal se paralizó, volviéndose al conservadurismo del antiguo régimen.
Tras este período, durante el Trienio Liberal (1820-1823), la cuestión provincialista vuelve a surgir.
La muerte de Fernando VII en 1830, supuso el impulso definitivo a la cuestión provincialista.
En ella estarán representados los partidos judiciales de: Aracena, Ayamonte, El Cerro, La Palma del Condado, Huelva y Moguer.
Entre los presidentes con un mandato más breve están Alonso del Castillo y Jaime Madruga.