Allí decidió que se dedicaría al motorsport, e intentaría llegar lejos como su hermano Javier.
En la temporada siguiente volvió a ganar el volante Autohebdo, lo que le abrió las puertas de la Fórmula Fiat Uno, donde terminó su primera carrera subiendo al podio, pero en la segunda cita del Campeonato en el Circuito de Calafat sufrió un grave accidente en el que se fracturó ambas rodillas, lo que le obligó a abandonar parte de la temporada.
En el año 91 ya totalmente recuperado y con el patrocinio de Castrol, se proclamó campeón en la Fórmula Ford Española, título que también ganaron previamente pilotos como Pedro de la Rosa, Jordi Gené o Antonio Albacete.
[2] Este último logro lo repetiría en 2003 de nuevo con Balba con un Seat Toledo GT[3] (tras haber repetido con ella pero con un nuevo Lister Storm en 2001) y en 2004 con Ángel Burgueño[4] volviendo al Marcos LM600, ambas temporadas siendo subcampeones absolutos y perdiendo el título por un solo punto en 2004.
En 2005 repite con Burgueño siendo quintos del campeonato, para posteriormente recibir la llamada de Miguel Paes do Amaral,[5] su compañero de equipo durante los siguientes dos años tanto a nivel nacional como internacional y dando inicio a una larga relación con los Porsche como montura principal.
Entraría por lo tanto a disputar las Le Mans Series en 2006 con Amaral y Burgueño,[6] consiguiendo tres victorias en LMP2 en la primera temporada que no se tradujeron en un título debido a que tras la segunda ronda, su equipo ASM terminó su participación con Chamberlain-Synergy, por lo que según el reglamento la entrada del ASM se consideraba nueva y, por lo tanto, las puntuaciones de los dos equipos no se combinaron.
Este proyecto colaboró con pilotos como Oriol Serviá, Marcel Costa, María de Villota o Andy Soucek.