Medicina en la prehistoria y la protohistoria

Otra posible explicación para la vida más corta de los humanos prehistóricos puede ser la desnutrición; además, los hombres como cazadores a veces pueden haber recibido mejor comida que la mujer, que en consecuencia habría sido menos resistente a las enfermedades.

Por otra parte, se acepta que las epidemias hicieron desaparecer totalmente grupos humanos enteros.

El prehistoriador André Leroi-Gourhan, basándose en la cantidad de alimento disponible, estima este número en 30 personas por km² durante las fases glaciares.

Los materiales vegetales (hierbas y sustancias derivadas de fuentes naturales)[14]​ se encontraban entre los tratamientos para las enfermedades en las culturas prehistóricas.[¿cuál?

[22]​ Las tierras y las arcillas pueden haber proporcionado a los pueblos prehistóricos algunas de sus primeras medicinas.

[23]​ Además, los primeros humanos podrían haber aprendido sobre el uso de varias arcillas curativas observando el comportamiento animal.

Las indicaciones para su uso más comunes son los traumatismos craneales, en los cuales se produce una hemorragia interna que pone en peligro el cerebro y la estirpación de tumores cerebrales.

Las más antiguas trazas de trepanación se remontan a finales del Neolítico, incluso al Mesolítico.

En 1878, Just Lucas-Championnière fue el primero en considerar que la trepanación no se usaba simplemente como un ritual, sino más bien era una medida quirúrgica destinada a hacer disminuir la presión intracraneal.

Análisis ulteriores han mostrado que no todos los cráneos fósiles agujereados fueron necesariamente trepanados, dado que muchas afecciones (cáncer, enfermedades infecciosas, ...) o heridas de guerra erosionadas por el tiempo pueden crear una perforación similar.

Algunas pruebas llevadas a cabo por paleontólogos, como por ejemplo Paul Broca,[25]​ han demostrado que es posible realizar una trepanación a perros con ayuda de útiles tallados en sílex sin matar al animal ni dañar la duramadre.

El polvo de hueso obtenido se recogía posiblemente por sus propiedades mágicas y como remedio.

La presencia de suturas testimonia habilidad técnica, ya que una ruptura del sinus venosus sería fatal.

Las trepanaciones con fines médicos abarcan los casos de epilepsia, histeria, delirios, convulsiones y locura, en particular sobre los niños, precisa Broca.

Otro tipo de operación quirúrgica practicada en el cráneo, más raro, es la denominada «marca sincipital en T».

Esta posibilidad de acto médico se ve apoyada por el hecho de que el pulgar está estadísticamente tan amputado como los otros dedos, y que ninguna mutilación ritual implica el pulgar (piénsese en las amputaciones observadas entre los yakuzas, mafiosos japoneses, por ejemplo).

[31]​ En la sociedad apache, como probablemente habría sido el caso en muchos otros, los curanderos inician una ceremonia sobre el paciente, a la que asisten familiares y amigos.

Los historiadores deben utilizar otras fuentes, como restos humanos y estudios antropológicos de sociedades que viven en condiciones similares.

Los restos humanos de este período son raros y muchos sin duda han sido destruidos por rituales funerarios o inutilizados por daños.

Muchas pinturas rupestres de manos humanas han mostrado dedos faltantes (ninguno se ha mostrado sin pulgares), lo que sugiere que estos fueron cortados con fines sacrificiales o prácticos, como es el caso de los pigmeos y khoikhoi.

Cráneo de mujer joven neolítica trepanado con herramientas de sílex , 3500 a. C. La cicatrización de los huesos indica que la paciente sobrevivió a la operación.
Las hierbas como el romero pueden haber sido utilizadas con fines médicos por personas prehistóricas. [ 11 ] [ 12 ] [ 13 ]
Cráneo neolítico trepanado, Nordisk familjebok .
Chamán yupik exorcizando espíritus malignos de un niño enfermo. [ 29 ]