Casó con su prima, la princesa María Eleonora zu Salm-Salm, hija de Franz Joseph Friedrich Philipp Príncipe zu Salm-Salm (1801-1842), matrimonio en el que no tuvo descendencia.
Todavía es famosa la expresión «ni que fueras Osuna» en referencia a un gasto disparatado.
Tenía importantes propiedades agrícolas en Sevilla, en Guadalajara y en Extremadura.
Fueron famosas las fastuosas fiestas que daba en la embajada española pagadas de su propio bolsillo.
En 1881 fue el representante español en la boda del futuro káiser Guillermo II.
Murió en junio de 1882, notificando su muerte al Senado el príncipe Solms Braunfels.
Murió sin descendencia y prácticamente en la ruina por lo cual a su muerte la biblioteca de los duques del Infantado fue comprada por el Estado, pasando a formar parte de la Biblioteca Nacional.
La mayor parte de sus colecciones se vendieron y dispersaron en 1896 en posterior subasta.