Manrique Pérez de Lara

[3]​ Miembro de la curia regia, fue alférez real entre 1134 y 1135,[4]​ año este último desde el cual aparece confirmando diplomas del rey Alfonso VII de León.

[5]​ Gobernó por mandato real durante distintos periodos numerosas tenencias estratégicas, entre ellas, Ávila, Toledo, Madrid,[6]​ Medinaceli, Atienza, Ausín, San Esteban de Gormaz, Segovia y, desde 1147, la importante plaza de Baeza, así como la tenencia que dio nombre a su linaje, el Alfoz de Lara.

No obstante, él y sus hermanos deseaban también ejercer la tutela del rey niño y lograron convencer a Gutierre Fernández de Castro para que le entregasen al joven heredero de la corona, «prometiendo que respetarían y tendrían a Gutierre como su superior».

[16]​ Gutierre cedió la tutela del infante y Manrique, una vez que la obtuvo, encargó el cuidado del rey niño a su hermano uterino, García García de Aza, hijo de su madre y de su primer esposo, el conde García Ordóñez.

[17]​ En ese mismo año, 1159, Gutierre reclamó otra vez la tutela, a lo cual se negaron los hermanos Lara.

[19]​ Como resultado, Manrique tuvo que ceder al monarca leonés la tutela del niño hasta que este cumpliera catorce años, aunque Manrique quedó con la guarda del pequeño heredero.

El rey Fernando aspiraba ejercer no solamente la tutela del niño y la regencia del reino de Castilla, sino también exigía que el joven infante le prestara homenaje vasallático, según relata Rodrigo Jiménez de Rada en De rebus Hispaniae, el cual se concertaría en la ciudad de Soria, donde se encontraba el niño.

Durante el acto de vasallaje, el pequeño rey comenzó a llorar y se lo llevaron a una casa cercana para calmarlo y darle de comer.

Allí volvería en septiembre de 1163 y aprovecharía para reconciliarse con los hermanos Lara.

Había encomendado el gobierno de las plazas arrebatadas previamente a Manrique —entre las que se incluían Toledo, Zorita y Huete— a Fernando Rodríguez de Castro.

Cuando Fernando regresó a su reino en diciembre de ese año, Manrique se llevó al rey niño e inició otra vez las hostilidades contra los Castro en un intento para recuperar sus antiguas tenencias.

En el documento aparecen todos sus hijos: Manrique (Aymarich), Pedro, Guillermo, María, Sancha y Ermengarda.

Entre los confirmantes de la donación se encontraban los tres hermanos del conde: Álvaro, Nuño, y Rodrigo.

Vista del castillo de Molina de Aragón , cabeza del señorío de Molina .
Ruinas del Castillo de San Esteban de Gormaz , donde se llevaron al infante Alfonso VIII .
Claustro donde se encuentra el panteón de los señores de Molina en el monasterio de Santa María de Huerta .