Lope Díaz II de Haro

Combatió junto a su padre y se distinguió en la batalla de Las Navas de Tolosa, librada en 1212, y en la que tomaron parte tres reyes cristianos, Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra.

En 1217 fallece accidentalmente Enrique, pasando a ocupar el trono su hermana, que apoyada por varios nobles entre los que se encontraba Lope, delegaría el trono en su hijo Fernando III de Castilla coronándole en Valladolid y proclamado en Autillo de Campos.

Durante esta contienda, Álvaro Núñez de Lara se apoderó de Nájera, siendo derrotado y aprisionado por Lope.

Esto originó más discordias que hicieron que en 1235 Lope expulsase al obispo que huyó a Roma, trasladando la diócesis a Calahorra.

Por ello, y sin contar con el beneplácito del monarca, que era tío de las hijas de Lope Díaz II de Haro, pues la esposa de este último, Urraca Alfonso de León, era hermanastra del rey, Álvaro Pérez de Castro contrajo matrimonio con Mencía López de Haro, hija del magnate agraviado por el rey, lo que provocó que el soberano despojase a Álvaro Pérez de Castro "el Castellano" de las tenencias y tierras que le habían sido concedidas por la Corona, aunque el conflicto se resolvió mediante la resolución arbitral concedida por las reinas Berenguela de Castilla y Beatriz de Suabia, madre y esposa respectivamente de Fernando III el Santo.