En su primer matrimonio, con una infanta pamplonesa, forjó una relación con el linaje del héroe popular Rodrigo Díaz, y algunos eruditos han sugerido que el patrocinio de Lara se encuentra detrás del poema épico Cantar de Mio Cid.
[2] Se le llamó frecuentemente «de Lara», un apellido toponímico utilizado por su abuelo homónimo Pedro González.
Sus descendientes adoptaron su propio patronímico, Manrique, como parte de su apellido.
[3] El patrimonio de Pedro fue extenso, pero es bien conocido por lo mucho que hipotecó o vendió con escaso beneficio lo cual dio lugar a la acusación de que era un mal administrador.
[12] Esto presentó problemas, sin embargo, ya que su primer marido, Gastón V de Bearne, no murió hasta 1170.
[26] Ese mismo año, cuando Alfonso VIII invadió Navarra llegando hasta Pamplona, actuó como mediador entre el soberano castellano y su cuñado el rey Sancho VI de Navarra.
Las propiedades concedidas eran Molmera (quizás Molina), Andaluz, Agusino, Eles, y Polvoranca.
[31][32] Dado que esta práctica ya era corriente en Francia, es probable que entrara en España a través de las conexiones de los Lara con Narbona y estuvo sin duda inspirada en los diseños ocitanos y catalanes.
[31] Este es el único ejemplo del sello de Pedro que ha sobrevivido y, aunque muy desgastado, su imagen se puede describir:
En el anverso lleva la leyenda apenas perceptible «sello del conde Pedro»,[g] y la leyenda del reverso indiscernible, que parece ser una frase o lema.
La identificación con Pedro Manrique es segura, ya que no había ningún otro conde llamado Pedro de Castilla en el momento, ni ningún otro conde con el estilo Dei gratia.
[39] A pesar de que hizo donaciones a los premonstratenses y los benedictinos (el monasterio de Arlanza en una fecha desconocida,[40] los cistercienses eran su orden monástica preferida.
La villa había sido hipotecada por 100 maravedíes por Ermessinde de Narbona.
[j] Más tarde en ese año (28 de junio) Pedro se comprometió en 2000 maravedíes para la construcción de un monasterio en Arandilla, que había permanecido en su jurisdicción por lo menos desde 1169.
[43] Además del dinero, no solo Pedro ofreció terrenos para la construcción de una abadía, sino que también concedió a los monjes de Huerta (que eran quienes lo construirían), cuatrocientas ovejas, cuarenta vacas y diez yeguas.
[44] Ningún monasterio fue construido en Arandilla, ni fue Pedro enterrado allí.
[45] Pedro, con su hermana María, hizo otra donación a Calatrava, ese mismo mes del castillo de Alcozar.
[k] A Pedro se le ve por última vez gobernando Toledo en mayo de 1179.
[51] Este puesto podría no haber durado mucho más de una semana, porque Fernando había hecho regresar al funcionario previo, Rodrigo López, a la corte antes del 16 de febrero.
[53] A partir de ese año gobernaba Huete, donde su padre había muerto en combate.
[55] Pedro parece haber sido segundo en la línea del vizcondado de Narbona, ya que su tía, la vizcondesa Ermengarda, no tenía hijos.
[o] Esto demuestra que en el otro lado del Pirineo Pedro continuó titulándose y siendo titulado como conde, como en «conde Pedro, Vizconde de Narbona».
Exceptuados fueron el castillo de Montpézat, que Pedro mantuvo bajo su control.
En abril de 1199 Pedro estuvo presente en Huerta, cuando fue visitada por Alfonso VIII, ocasión para la cual el Cantar de mio Cid pudo haber sido recitado públicamente por primera vez.
[65] De este matrimonio nacieron: Tuvo otro hijo, aunque no se sabe si su madre fue Sancha o Mafalda: