Fue también en ese siglo cuando se estableció su número en tres, uno por regalo, ya que hasta entonces había dibujos con dos, tres o cuatro magos, e incluso la Iglesia ortodoxa siria y la Iglesia apostólica armenia aseguraban que eran doce, como los apóstoles y las doce tribus de Israel.
[7] Los nombres actuales de los tres reyes magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, aparecen por primera vez en el conocido mosaico de San Apolinar el Nuevo (Rávena) que data del siglo VI d. C., en el que se distingue a los tres magos ataviados al modo persa con sus nombres escritos encima y representando distintas edades.
Aún tendrían que pasar varios siglos, hasta finales del siglo XV d. C., para que el rey Baltasar aparezca con la tez negra y los tres reyes, además de representar las edades, representen las tres razas conocidas hasta la Edad Media.
Llegó al griego como μάγος (magos, plural: μάγοι, magoi), refiriéndose a una casta de sacerdotes persas o babilonios, que estudiaban las estrellas en su deseo de buscar a Dios.
Para entonces, José ha sido avisado en sueños (2:13) de que debe huir a Egipto con los suyos.
También existen otras[cita requerida] interpretaciones astrológicas y cabalísticas sobre la figura de los Reyes Magos.
Según la interpretación ofrecida por Eric Rodríguez,[11] se tiene lo siguiente: Ya el término griego μάγος (literalmente “magos”) había caído en un uso peyorativo o deteriorado desde al menos el siglo III a. C. (cf.
Hay que tener en cuenta, además, que Oriente puede designar la región de Babilonia, y por lo tanto, para algunos autores, los magos, podrían corresponder a los llamados en arameo מדנחאי (Medinja’ey, “doctores babilónicos de la tradición oral”), cuya escuela perduraría hasta entrado el siglo VIII d. C..[12] en Babilonia, y quienes conociendo la interpretación de lo dicho en Números 24:17 (cf.
tárgum de Onqlós/Onkelos sobre este pasaje), habrían sido guiados por Dios hasta el Mesías.
En este caso la estrella simbolizaría al mismo Mesías según el lenguaje midrásico contemporáneo.
Las tradiciones antiguas que no fueron recogidas en la Biblia ―como por ejemplo el llamado Evangelio del Pseudo Tomás, o Evangelio de la infancia, del siglo II― son sin embargo más ricas en detalles.
En Belén, los magos volvieron a ver la estrella, hallaron a Jesús recién nacido y lo adoraron, ofreciéndole oro (representando su naturaleza real, como presente conferido a los reyes), incienso (que representa su naturaleza divina, empleado en el culto) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús).
Como antecedente, Seleuco I Nicátor ofrendó oro, incienso y mirra a Apolo en su santuario de Dídima, en el 288 a. C.[15] Al regreso, advertidos los magos por un sueño de las intenciones del rey, no volvieron a Jerusalén.
Según la tradición esotérica aplicada al cristianismo, estos personajes procedían del lugar donde se encontraba el Preste Juan.
Posteriormente, Federico I Barbarroja, en el siglo XII, los trasladó a Colonia, Alemania, donde hoy reposan con las coronas que supuestamente llevaron durante su existencia (según la tradición, los relicarios con sus presentes se hallan en el monasterio de San Pablo del Monte Athos).
Según las diversas tradiciones de los reyes magos, el número de ellos varía; así se puede encontrar los siguientes reyes magos: Con respecto a los nombres de los reyes (Melchor, Gaspar y Baltasar) las primeras referencias parecen remontarse al siglo V a través de dos textos, el primero titulado Excerpta latina barbari, en el que son llamados Melichior, Gathaspa y Bithisarea,[20] y en otro evangelio apócrifo, el Evangelio armenio de la infancia, donde se les llama Baltasar, Melkon y Gaspar.
[21] Los nombres son además diferentes según la tradición siríaca, donde se les llama Larvandad, Gushnasaf y Hormisdas.
El día 6 de enero es festivo en Cuba, España, México, Puerto Rico,[23] República Dominicana, Paraguay, Uruguay, Colombia y Venezuela.
[25] En ninguna de las dos ocasiones atribuye nombres a los magos, ni tampoco menciona que sean reyes.
La escalada consumista ha conseguido que también reciban regalos los adultos, en ocasiones usando el juego del amigo invisible.
En España estos roscones suelen contener una figurilla, popularmente conocida como «la sorpresa», y también un haba.
Se trata además de la feria religiosa más antigua del sureste mexicano.
[28] En Puerto Rico, la noche del 5 de enero los niños corren por el patio recogiendo grama.
En Perú, ha caído en desuso el dar regalos a los niños en esta fecha.
Esta tradición incluso ha llegado a empresas privadas, las cuales realizan dicha celebración entre los miembros de la misma.
La persona que encontraba el haba o la moneda era nombrada rey judío o señor del desorden y se veía obligada a encargarse de los festejos de esa noche.
Esta tradición dio origen en España al típico roscón de reyes (también llamado rosca de reyes en Hispanoamérica), que se toma en ese día y que esconde una pequeña sorpresa en su interior.
[32] En 2003 se estrenó la película de animación española Los Reyes Magos, nominada al Premio Goya y dirigida por Antonio Navarro.