Preste Juan

Tras la llegada de los mongoles al mundo occidental, los relatos situaron al rey en Asia Central, y finalmente los exploradores portugueses llegaron a creer que el término se refería a Etiopía, que para entonces había sido un «exclave» cristiano aislado y alejado de cualquier otro territorio gobernado por cristianos.

[1]​ La primera vez que se menciona a este personaje es en la crónica del obispo alemán Otón de Frisinga.

Corría por entonces la creencia muy divulgada de que los cristianos nestorianos habían tenido éxito en evangelizar esas tierras, y estaban regidos por un sacerdote-rey llamado Juan.

Representaba un símbolo de la universalidad de la Iglesia para los cristianos europeos, que trascendía la cultura y la geografía para abarcar a toda la humanidad, en tiempos en que la tensión étnica e interreligiosa convertían esa visión en un hecho muy improbable.

Según ciertas tradiciones cristianas, los Reyes Magos, que en el Evangelio aparecen como «magos de Oriente», procedían del mismo reino del Preste Juan y en este remoto país asiático se encontraba el Santo Grial.

El Preste Juan como emperador de Etiopía , entronizado sobre un mapa del África oriental en un atlas para la reina María I de Inglaterra ( British Library , 1558).
El «Preste Juan de las Indias» entronizado sobre un mapa del África oriental.