El reparto final se puede organizar en un domicilio o en un lugar público: restaurante, cafetería, etc.
[2][3] Lo ideal en este juego, es hacerlo en ocasión de alguna festividad o reunión donde sea usual que se intercambien regalos unos a otros, como por ejemplo en Navidad.
Finalmente, el día acordado, se reúnen todos los participantes del juego y realizan la entrega de regalos, donde cualquier persona (puede empezar el organizador) saca un regalo del saco o lugar donde se han depositado todos los objetos y lo entrega de acuerdo a su tarjeta; el receptor debe abrirlo ante todos y posteriormente proceder de la misma forma.
Ultimamente se convirtió en una especie de tradición un hecho casual, si una persona no se presenta a la entrega de los regalos ya sea el motivo que fuere, posteriormente esa persona debería compensar con una cena formal a la otra persona que escogió su nombre como señal de arrepentimiento y para que este pueda entregarle su obsequio en forma y como corresponde.
Las damas venezolanas casadas o comprometidas, por aquel entonces, no podían tener amigos, sino compadres, por aquello de los cuestionamientos sociales.