Los registros de esa época, aún hoy en día, conservan gran nitidez y fidelidad.
Si bien hoy en día se lo considera una tecnología obsoleta frente a los modernos grabadores digitales, algunos músicos y en particular audiófilos siguen grabando con magnetófonos por su alta fidelidad de sonido.
La empresa estadounidense RMG International sigue fabricando cintas magnéticas profesionales,[2] Otari aún sigue vendiendo máquinas grabadoras,[3] mientras que varias empresas hacen lanzamientos especiales en cinta abierta, incluyendo en bobinas de diez pulgadas.
[9] Sin embargo este invento pasó inadvertido, ya que el público se había adaptado a los discos gramofónicos.
Como consecuencia, el registro magnético cayó al olvido, siendo un claro exponente la quiebra de American Telegraphone Company.
[11] No fue hasta 1930 cuando se pudo crear un grabador de alambre con suficiente fidelidad para lanzarlo al mercado.
[13][14] El magnetófono modelo K1 hecho por Telefunken AEG y la cinta magnética manufacturada por BASF fueron presentados al público por primera vez en 1935, en la Exposición Radiotécnica de Berlín.
Antes se había experimentado con la polarización por corriente continua, pero trajo diversos problemas, como un notorio ruido, además no es posible que todas las partículas magnéticas queden sometidas a la misma fuerza magnetizante, puesto que sus distancias al entrehierro son diferentes, como resultado, no todas las partículas alcanzaran el estado de saturación magnética previa a la polarización, condición necesaria para evitar el ruido de fondo y la deformación.
[19] Cuando el Ejército Rojo ocupó la Alemania Nazi, incautaron las cintas de la Radio Broadcasting House.
[21] La cinta pasó a ser el medio dominante para la grabación de másteres, mientras que los discos de gramófono pasaron a ser el medio para la duplicación y venta del registro.
Varios presentes trabajarían años más tarde para Ampex (empresa pionera en cinta magnética).
Durante la guerra, Ampex había fabricado motores y generadores eléctricos para uso militar.
Quedaron tan sorprendidos por la calidad de la edición y por los empalmes sin soldaduras, que decidieron contratar a Mullin para trabajar en la producción del programa.
[24] Esta registradora despertó interés en la empresa 3M, que ya estaba incursionando en la industria de la cintas.
En ese momento Bing Crosby Enterprises se convirtió en el único distribuidor de grabadoras Ampex en todo el mundo, y ABC se convirtió en su primer cliente, con la compra de doce máquinas por 5200 dólares cada una, a ellos le siguieron NBC, CBS, Mutual, Capitol Records, Columbia Records, RCA Víctor y Decca.
[23] Mullin tuvo los mismos problemas que sus competidores como RCA, BBC, y Ampex a la hora de intentar capturar señal de video en cinta, el espacio requerido para tal efecto era exorbitantemente más grande que el usado para capturar audio.
Diez años después en 1977, algunos estudios contaban con capacidad para registrar cuarenta y ocho pistas.
[18][17] Cuando la corriente polarizadora con la señal a grabar circula por la bobina del núcleo de la cabezal de grabación, produce un flujo magnético que circula por todas las láminas del núcleo, que al llegar al entrehierro el flujo magnético se ve forzado a salir, penetrando así en la cinta.
Las cintas deben tener una alta remanencia con el fin de almacenar tanta energía magnética como sea posible.
[28] Antes de grabar la señal en la cinta, la misma debe ser llevada a un estado lo más neutro posible.
Cuando la cinta se va alejando del entrehierro el flujo decae durante varios períodos y finalmente tiende a cero.
Los magnetófonos profesionales tienen dos bobinas (una opuesta a la otra), casi siempre van conectadas en paralelo para mayor ganancia de corriente.
Una frecuencia baja no podría sar registrada por un entrehierro chico ya que un hemiciclo ocuparía una gran extensión de cinta.
Si la máquina admite dos canales, la misma debe estar dotada de dos circuitos completamente iguales.
No obstante, una corriente de polarización excesiva producirá un incremento en la señal de salida, pero hasta cierto punto en donde comenzara a existir una deficiencia en frecuencias altas, esto se debe a que la misma cabeza grabadora al estar muy altamente polarizada irá borrando parte del registro, afectando a las más altas frecuencias, donde el flujo magnético penetra menos profundamente.
Son pequeñas variaciones no perceptibles al oído, que se utilizan, principalmente, para adaptar las velocidades de grabación entre dos emisoras.
En las grabaciones actuales gracias a los mezcladores se utilizan todo tipo de fuentes, que son grabadas en pistas independientes.
Es necesario realizar esta pre-ecualización porque los cabezales pueden sufrir desgastes por el uso y otro tipo de problemas.
Para que pueda realizarse esta sincronización, una o varias cabezas grabadoras han de poder ser conmutadas al modo reproducción.
De otro modo, si utilizáramos un cabezal reproductor, siempre habría un pequeño desfase y, por ínfimo que sea, rompería la sincronía.