Smith publicó en 1888 un artículo relacionado con esto en la revista El mundo electrónico, titulado: "Algunas posibles aplicaciones del fonógrafo.
[2] Valdemar Poulsen perfeccionó este telegráfono en 1903 al introducirle la polarización por campo continuo (patente USA 873.083).
Sin embargo esto pasó desapercibido ya que el público se había adaptado a los discos fonográficos.
Como consecuencia el registro magnético cayó al olvido, siendo un claro exponente la quiebra de Telegraphone Company.
A pesar de todo esto los laboratorios siguieron experimentando con el registro magnético, y en Estados Unidos los físicos Carlson y Carpenter proyectaban utilizar el procedimiento magnético a alta velocidad, y así descubrieron la polarización magnética por campo alterno de alta frecuencia, este invento fue patentado en agosto de 1927 (patente 1.640.881 Radio Telegraph System).
[3][2] Sin embargo recién en 1911 con el tubo Audión o más conocido como triodo (invento de Lee DeForest), se pudo amplificar los débiles impulsos eléctricos que hicieron posible que la teoría del magnetofón de alambre se hiciera realidad.
En 1930 fue posible lograr un grabador de sonido en alambre con suficiente calidad como para fabricarlo comercialmente.
Pero poco después Begun abandonó Alemania para empezar una nueva vida en Estados Unidos.
Lo más sorprendente fue que a diferencia de las versiones militares que fabricaban el alambre con material antioxidante -particularmente añadiendo cromo- las versiones civiles no, y por ello en poco tiempo el óxido se encargaba de destruirlas.
Pero poco después, Begun abandonó Alemania para empezar una nueva vida en los Estados Unidos.
Inicialmente la grabadora se utilizó para registrar el alfabeto Morse, pues los equipos solo eran capaces de reproducir estados de "magnetismo" y "nomagnetismo" únicamente (como el código morse · y -) luego fue posible grabar sonido.
[5] En 1944-1945, la 3132 Signal Service Company Special del ultrasecreto Ghost Army del ejército de los Estados Unidos utilizó grabadores de alambre para crear engaños sónicos en el frente occidental en la Segunda Guerra Mundial.
Se recrearon múltiples escenarios del campo de batalla utilizando sonidos militares grabados en Fort Knox, Kentucky.
En este caso, el registrador simplemente está "preparado" y no se muestra en funcionamiento.
[12] En cambio, logró mucho más éxito como dispositivo de grabación encubierto para investigadores y detectives privados.