Louis Hubert Lyautey

Tras un nuevo traslado ese mismo año, su padre lo inscribe en el liceo Sainte Geneviève en París, dirigido por jesuitas, con la intención de que prepare un examen de acceso a la escuela politécnica donde se instruiría como ingeniero.

Volverá a pasar dos años en el país, primero en Orléansville (actual Chlef), y luego en Argel.

En general fue considerado un administrador competente, y llegó a invitar al conocido arquitecto Henri Prost, entre otros, para que diseñase nuevos planes de desarrollo urbano para las principales ciudades marroquíes.

Al llegar a Fez, Lyautey se da cuenta de la tensión política que abraza al país cuando el Sultán reconoce querer trasladarse a Rabat, que se convertirá en la nueva capital de Marruecos.

[9]​ Los primeros problemas que debe afrontar Lyautey en tanto residente general son territoriales.

Tres zonas escapan a su control y amenazan la estabilidad del país: al este, Taza bloquea el acceso a Argelia; en el centro, la tribu de los Zayan se rebelan alrededor de Kenitra; y al sur, Al Hiba entra en Marrakech y retiene a rehenes franceses.

Lyautey intenta, por tanto, recuperar la dignidad y legitimidad del sultán Muley Yúsuf mediante la doctrina pacificadora a la que es fiel.

Lo que se propone Lyautey es respetar las ciudades antiguas y resaltar los monumentos históricos, como la Torre de Hassan en Rabat.

Esto supone un problem a Lyautey y su filosofía de pacificación, con la que intenta no acaparar las tierras indígenas.

Lyautey acepta y deja Marruecos el 18 de diciembre para viajar a Francia, siendo sustituido temporalmente por Gouraud.

[16]​ Por este motivo, solicitó que los generales Nivelle y Sarrail quedasen bajo sus órdenes.

[18]​[19]​ Tras su paso por el gobierno durante la guerra, Lyautey regresó a Marruecos en mayo de 1917 con un nuevo equipo en el que se incluye a militares, oficiales, comandantes, y otros personajes de importancia en Francia.

Con dichas concesiones, intentó crear un ambiente más favorable a Francia en un futuro que preveía no muy lejano.

En 1918, el empresario Pierre-Georges Latécoère desarrolla estas conexiones entre Marruecos, África Occidental y América del Sur, creando también la CEMA (Compañía España-Marruecos-Argelia), con la que se firma un contrato intergubernamental para el transporte de correos con una subvención anual de Lyautey.

[25]​ En este tiempo, Lyautey también continúa con su misión cultural, llamando a numerosos especialistas del sector para realizar diversas reformas.

[28]​ Además, Lyautey invitará a numerosos escritores estos años, y muchas obras literarias verán la luz.

Entre ellas se pueden destacar: In Morocco, publicada en 1919 por Edith Wharton, o Les Hommes Nouveaux, Lyautey L'Africain de 1922 por Claude Farrère.

Siguió estando al frente de las fuerzas francesas desplegadas en Marruecos durante la llamada "Guerra Zayana" (1914-1921).

[30]​ En 1920, una operación tiene lugar en Uezán, donde un santuario ha quedado inaccesible para el majzén por un bloqueo de la tribu dominante.

Llegará a ser hospitalizado y operado en numerosas ocasiones, épocas en las que se ve envuelto del apoyo incondicional de ulemas e imanes marroquíes.

[32]​ Las razones por las que su estrategia política no es bien recibida, y es por tanto rechazada por Francia en los años 20, son varias.

Por decreto, el 28 de julio se anunciaron funerales nacionales en honor al mariscal.

A su funeral en Thorey acudieron figuras importantes, incluyendo a los grandes jefes marroquíes, entre los que figuran El Mokri y El Glaoui, que formaron parte del cortejo fúnebre.

[38]​ Habiendo expresado con anterioridad su deseo de ser enterrado en Marruecos, sus restos fueron sepultados en un mausoleo en Rabat.

Lyautey en Uchda, en abril de 1907
Lyautey en el país de los Zayan, alrededor de Kenitra, en julio de 1914
Lyautey realizando una inspección en las trincheras del frente durante la Primera Guerra Mundial, en febrero de 1917
Jardín Majorelle, en Marrakech
El féretro del mariscal Lyautey en Los Inválidos de París, con una inscripción en francés
El féretro del mariscal Lyautey en Los Inválidos de París, con una inscripción en árabe