También fue diplomático que ejerció principalmente ante la Santa Sede, en Argentina y en Chile.
Fue combatiente en Alsacia durante la Primera Guerra Mundial, sirviendo más tarde como oficial bajo las órdenes del mariscal Lyautey, en Marruecos.
Colaboró en el periódico Le Figaro y en la revista Revue des deux Mondes.
En 1945 fue nombrado embajador en Argentina y después en la república de Chile, antes de regresar nuevamente a Roma en 1948 para representar a Francia otra vez ante la Santa Sede.
Ejerció este cargo hasta 1956, año en el que fue elegido a la Academia Francesa.