Caballería francesa

Thierry, hijo de Clovis y Clotario su hermano, tenían algunos caballeros en la batalla que ganaron contra Hermanfro (año 531), como también Teodoberto en su expedición a Italia (537) y Fredegundo, contra Chilperico en la batalla de Soissons (597).

En el de Carlomagno igualaba casi a la infantería y esto sería porque la vasta extensión de su Imperio y las sublevaciones que ocurrían continuamente, exigían rapidez en las operaciones.

Todos los pueblos que conquistaron dilatados Países, tales como los Tártaros y los Árabes, tuvieron siempre mucha caballería a fin de pasar con prontitud de un paraje a otro y esto era menos ignorancia del Arte Militar, que no necesidad.

Hacia el fin de la segunda extirpe y al principio de la tercera, la caballería componía casi enteramente los ejércitos franceses y no por la misma razón que en otro tiempo, sino por una consecuencia necesaria de la constitución del estado pues no se quería confiar su defensa a las gentes del pueblo que entonces eran esclavos.

La infantería solo se empleaba en mover la tierra, ir al forraje, relevar los hombres de armas heridos y otros servicios semejantes.

La caballería que se llamaba ligera se componía de los vasallos que los Señores llevaban consigo: no estaba armada de todas piezas, ni combatía en línea como la otra.

La caballería toma entonces una forma más regular y combatió en escuadrones pues hasta allí solo lo ejecutaba en una fila porque ninguno de los nobles que la componían quería estar detrás de otro.

Estos, según parece, no se asimilaron a esta caballería ligera sino en que se hizo de ella un cuerpo particular como los Extradiotes lo eran en los ejércitos turcos y venecianos.

Parece, pues, que Luis XII formó desde entonces algunas compañías francesas de caballería ligera pero en corto número: y esto lo da bastante a entender Montluc en sus Comentarios, quando hablando de Mr.

Pero parece que en tiempo de Enrique II fue cuando esta caballería se hizo numerosa en los ejércitos.

Dejó también algunas en las plazas fronteras del Reino y comenzaron a tener mejor disciplina que hasta entonces.

En cuanto al sueldo, se ven allí sobre el mismo pie que los Arqueros de ordenanza; pero esto varió en lo sucesivo.

En cuanto a los alemanes y españoles, Jorge Barta, famoso Capitán, que servía en las tropas de la casa de Austria, en los Países Bajos y el primero que escribió sobre la caballería ligera, dice que en tiempo de Enrique II su caballería ligera servía muy poco y que el Duque de Alba fue quien dio una buena constitución a esta milicia, a mandar los Países Bajos.