El ballestero era antiguamente un portero que estaba en palacio y en los tribunales y que luego quedó en los ayuntamientos con el nombre de macero.
Posteriormente, el término se aplicó a aquellos que por oficio cuidaban de las escopetas y demás armas de las personas de la familia real asistiendo a éstas constantemente cuando estaban de caza.
Trae su origen el nombre del uso que en el pasado hacían de la ballesta los príncipes y reyes en este tipo de diversiones.
Este artículo incorpora material del diccionario Gaspar y Roig de 1870, que se encuentra en el dominio público.