Literatura de Suecia

El primer texto literario sueco es la Piedra de Rök, tallada durante la época vikinga, hacia el año 800.Con la conversión del país al cristianismo hacia el año 1100, Suecia entró en la Edad Media, durante la cual los escritores, sobre todo monjes, prefirieron utilizar el latín como lengua literaria.Algunas de las figuras clave de esta literatura son Georg Stiernhielm, el primero en escribir poesía clásica en sueco; Johan Henric Kellgren (siglo XVIII), el primero en escribir una prosa sueca fluida; Carl Michael Bellman (fines del siglo XVIII), el primer autor sueco de baladas burlescas o August Strindberg (finales del siglo XIX), un dramaturgo internacionalmente reconocido.También es mundialmente famosa la novelista infantil Astrid Lindgren, autora de obras como Pippi Långstrump, entre otras.Muchas de estas inscripciones son deliberadamente incomprensibles, ya que se empleaban para fines mágicos.Hacia 1200, el cristianismo estaba ya firmemente establecido y la cultural medieval europea se había introducido en Suecia.Los primeros manuscritos completos conservados solo datan del siglo XIV en adelante, y están escritos en latín; hay que esperar hasta finales de ese siglo para encontrar los primeros textos conservados en idioma sueco.Durante esta época el goticismo también ganó importancia, convirtiédose en paradigma literario dominante, con la finalidad de demostrar que Suecia era naturalmente una potencia internacional.En este periodo, Suecia produjo autores y obras de un nivel muy superior a los anteriores.Las mismas influencias, en especial la última, se manifiestan también en el idioma sueco, que adquirió numerosos galicismos.Un nuevo espíritu prerromántico se percibe ya en la obra de Thomas Thorild (1759-1808) En este siglo, el uso del latín disminuyó notablemente en favor de la lengua nacional, aunque todavía hubo notables cultivadores en la figura del místico, filósofo y científico Emanuel Swedenborg (1688-1772) y el conocido botánico Carolus Linnaeus (1707-1778).[11]​[12]​ Carl Jonas Love Almqvist (1793-1866) es considerado por muchos especialistas como el principal autor del siglo XIX en Suecia.Muchas de sus obras son todavía hoy día interesantes para el lector contemporáneo, en especial su Det går an (1839), que llegó incluso a convertirse en un best-seller en Alemania en 2004.[14]​[15]​ Al periodo romántico de la literatura sueca siguió un periodo realista, con un importante auge del realismo social, a la que a su vez siguió el grupo llamado "poetas de los 90",[16]​ y en el tránsito entre el siglo XIX y el XX, además, la literatura sueca logró un amplio reconocimiento internacional, gracias a autores como August Strindberg, Ola Hansson, Selma Lagerlöf y Victoria Benedictsson.[17]​ El momento de introducción del realismo en Suecia suele situarse en 1879, año en que August Strindberg publicó su obra Röda Rummet, una novela satírica en la que atacaba al ambiente político, académico y filosófico de su país.[20]​[21]​ Selma Lagerlöf (1858-1940) fue probablemente la más importante figura literaria de los años 90, y su influencia se prolonga hasta bien entrado el siglo XX.Su líder era el consagrado August Strindberg, quien escribió diversos artículos críticos, atacando los valores conservadores de la sociedad sueca.En este género destacó Hjalmar Söderberg (1869-1941), quien escribía con un estilo cínico y pesimista, en ocasiones nietzscheano.Muy pocas personas de esta extracción social lograban alcanzar una educación; entre quienes lo consiguieron estaban los escritores Ivar Lo-Johansson, Moa Martinson y Jan Fridegård, cuyas obras fueron fundamentales para lograr la abolición de este sistema.Pippi Calzaslargas se publicó en 1945, y el comportamiento rebelde del personaje despertó inicialmente el escepticismo de los defensores de los valores tradicionales; sin embargo, la polémica se apagó pronto, con la superación del principio según el cual toda literatura infantil debe ser moralizante.Lindgren también escribió doce libros sobre Emil (normalmente, "Miguel el Travieso" en la versión española), un niño del área de Småland a comienzos del siglo XX que se mete continuamente en problemas a causa de sus travesuras.[30]​[31]​ Además de Mankell, muchos otros autores suecos han ensayado el género de la literatura policiaca con cierto éxito, sobre todo en Alemania: Liza Marklund (1962-), Håkan Nesser (1950–), Åsa Larsson, Arne Dahl, Leif G. W. Persson o Åke Edwardsson, entre otros.[34]​ Ekelöf evolucionó más tarde hacia el romanticismo y con su segundo poemario, Dedikation (1934) logró una mayor repercusión.[34]​ Siguió escribiendo prácticamente hasta su muerte, y logró una posición predominante en el panorama literario sueco.Otros poetas de este grupo son Åke Hodell, Bengt Emil Johnson y Leif Nylén.
Letras del alfabeto sueco .
La Piedra de Rök , considerada como el primer monumento de la literatura sueca.
Primera página del Hercules en hexámetros escrita por Georg Stiernhielm , 1658.
Portada del Then Svenska Argus , 1732.
Ilustración de la Friðþjófs saga hins frœkna de Esaias Tegnér (ed. de 1876).
Retrato de August Strindberg , por Richard Bergh , 1905.