Erik Johan Stagnelius fue uno de los mayores poetas y dramaturgos suecos del romanticismo.
La influencia de sus creaciones lo coloca junto a otros pilares de la poesía sueca anterior al siglo XX, entre los cuales se incluyen Esaias Tegnér, Carl Michael Bellman, Gustaf Fröding, y Per Daniel Amadeus Atterbom.
Vivió en los peores arrabales del barrio sur capitalino (Södermalm), si bien volvió a visitar sus pagos natales hacia el fin de su vida.
La evidencia indica que durante esos años no tuvo relación estrecha o personal con el círculo de jóvenes escritores románticos (Románticos de Upsala), si bien era conocido por luminarias como Carl Jonas Love Almqvist y Erik Gustaf Geijer.
[1] Su descripción nos sugiere un hombre física y psíquicamente inestable, feo, frecuentemente ebrio, y que sufre finalmente dependencia del opio que utilizaba para controlar sus habituales dolores.
[3] Durante su vida Stagnelius presentó una parte ínfima de su producción poética, entre ellos, el poema Wladimir den store (”Vladimir el Grande”) en 1817, los tres cuadernos Liljor i Saron (Lirios en Saron) en 1821 y una tragedia Bacchanterna eller Fanatismen (Las bacantes o el fanatismo) en 1822, todas ellas publicadas en forma anónima.
[4] Entre estos diez, cuatro fueron poemas de Stagnelius, incluyendo el que fue elegido en primer lugar.