Tomas Tranströmer

Se produce una disolución –término Jacksoniano contrario al de evolución– hacia etapas previas o esenciales del lenguaje.Una obra previamente concentrada, se redujo tras el ictus a una fórmula poética expresiva japonesa desprovista de gramática y telegráfica en estilo: el haiku.En 2011, Tranströmer recibió el premio Nobel de Literatura por sus “imágenes translúcidas, condensadas que nos abren un camino nuevo hacia la realidad”.El poeta y traductor uruguayo Roberto Mascaró, que realizó dos colecciones de la obra de Tomas en el 2010, señaló al serle otorgado el Nobel:[3]​ El escritor y traductor chileno Omar Pérez Santiago ha escrito:[16]​ Tranströmer tocó el piano durante toda su vida.Y después de quedar hemipléjico aprendió por sí mismo a tocar el piano solo con su mano izquierda.Muchos músicos y compositores han trabajado con sus poemas, entre ellos Torbjörn Nilsson, Maurice Karkoff, Lennart Hedwall, Håkan Parkman, Fredrik Jakobsson, Gustav Alexandrie, Ulf Grahn, Stig Gustav Schönberg, Madeleine Isaksson, Per Gunnar Petersson, Margareta Hallin, Lars Edlund, Sven-David Sandström, Johan-Magnus Sjöberg, Jan Sandström, Andrea Tarrodi, Maria Löfberg, Anders Eliasson y Bo Hansson.