Sin embargo, la islamofobia ya había sido definida unos años antes por la ONG británica Runnymede Trust en una obra considerada de referencia sobre el tema.
Según el columnista deportivo neerlandés Simon Kuper, el tabú contra el odio al islam es más débil que los tabúes impuestos a otros tipos de racismo, fenómeno que se observa particularmente en los espectáculos deportivos, donde las muestras de hostilidad hacia grupos como los africanos y los judíos se fueron desplazando hacia los musulmanes.
[18][19] En el caso de los atentados del 11-S un estudio realizado por la Comisión Europea en mayo del 2002, el "Summary report on Islamophobia in the EU after 11 September 2001", afirmaba que sí se habían incrementado las agresiones a árabes en España tras estos atentados.
La organización Amnistía Internacional se ha pronunciado contra la islamofobia,[36][37][38] por ejemplo, en relación con la indumentaria islámica.
Esta organización considera que «todas las personas tienen derecho a decidir si usar o no indumentaria o símbolos religiosos, y que deben tomar esa decisión sin sufrir discriminación, violencia ni coacción».
[39][40] Esta organización lamentó que los votantes suizos decidiesen introducir en la Constitución la prohibición de construir minaretes en 2009.
Amnistía Internacional se ha pronunciado en contra de una votación celebrada en 2010 en la Cámara Baja del Parlamento belga, en la que se aprobó por abrumadora mayoría prohibir el uso en público de velos que cubran todo el rostro.
[42][43] El Consejo Europeo ha incluido la islamofobia en la campaña No Hate Speech Movement que promueve la movilización de ciudadanos, especialmente entre los jóvenes, contra toda forma de intolerancia y, por otro lado, el seminario se incluye en las actividades educativas para combatir la discriminación hacia los musulmanes en Europa.
Su portavoz, Walter Müller, dijo que es «un obstáculo en el camino a la integración y al diálogo interreligioso en el respeto mutuo».