Ignacio López Rayón
Además después de su muerte, su hermano José María confesó haberlo traicionado; por lo que decía estar muy arrepentido.[5] Se volvió a reunir con Hidalgo en Valladolid, después de la derrota sufrida por este en Aculco.[10] Una vez hecho esto se dirigió a Zacatecas, para reunirse con los restantes jefes insurgentes y en donde Hidalgo ya no figuraba como jefe de las fuerzas insurgentes, en virtud de su destitución, realizada en la hacienda del Pabellón, Aguascalientes y habiendo tomado dicho lugar el general Allende.[12] Ahí, el 16 de marzo de 1811, Rayón es nombrado jefe del ejército insurgente,[13] puesto que las tropas se quedarían en Saltillo, mientras Aldama y los restantes jefes insurgentes trataban de avanzar más al norte hacia Estados Unidos,[14] coadyuvado en tal cargo por José María Liceaga,[15] cargo que habían declinado los militares Abasolo y Arias.[14] Durante su recorrido, los generales insurgentes, entre ellos Hidalgo, fueron capturados en Acatita de Baján debido a la traición del capitán Ignacio Elizondo,[17] escapando solamente Iriarte, quien se reunió con Rayón en Saltillo.[21] Las fuerzas realistas a cargo del teniente coronel José Manuel Ochoa,[22] dieron alcance a Rayón en Agua Nueva,[21] donde fueron tomados 77 prisioneros, por lo que Rayón decidió instalarse y dar batalla en Puerto de los Piñones.[25] Tras una jornada de seis horas que al principio pareció ser desafortunada,[21] sobrevino una gran victoria para los insurgentes.[32] Sin embargo, Calleja desdeñó tal comunicado, hasta aprehendió al hermano de Rayón, le ofreció el indulto a él y sus hombres siempre y cuando depusieran las armas antes de su llegada a Zacatecas.[36] Ahí se dio un enfrentamiento, conocido como Batalla del Maguey, donde Rayón resultó derrotado y sus recursos grandemente disminuidos.[38] Ahí se unirían a la insurgencia el padre Navarrete y Manuel Muñiz.[40] En la lucha los insurgentes comenzaron a replegarse hacia el interior de la villa de Zitácuaro, siguiendo un plan de señales acordado por Rayón previamente, con lo que los realistas no pudieron avanzar más allá del foso anegado que había mandado hacer Rayón,[42] lucharon todo el día sufriendo grandes pérdidas y sin que pudieran tomar la plaza.[43] Los realistas lucharon hasta la noche retirándose en primer lugar a la loma de los Manzanillos.[42] De Rayón se cuenta haber ideado y aplicado una ingeniosa estrategia para acabar de diezmar el ánimo de los realistas y provocar su huida definitiva: mandó reunir todos los asnos del lugar a los que se les colocó un farol de papel, haciéndoles avanzar por el campo enemigo, lo que sorprendió y confundió a Emparan y a sus soldados, provocando que a la mañana siguiente se retiraran hacia Toluca.[52] Igualmente rechazó la oferta de deponer las armas que el virrey Venegas había enviado a él y a Morelos por conducto y sugerencia del obispo de Puebla Manuel González Campillo.[59] En 1813 formó parte del Congreso Constituyente que encabezaba José María Morelos en Chilpancingo.Cuatro años más tarde caería preso y en esa condición permanecería hasta 1820.Al culminar la guerra fue elegido para desempeñarse como tesorero en el gobierno de San Luis Potosí.