Lenguas celtas

Utilizaron diversos nombres para denominarse a sí mismos: Aunque se encuentran esparcidas diversas alusiones a los celtas en Hecateo de Mileto, Heródoto y Aristóteles, la primera referencia a este pueblo se halla en la Ora Maritima de Avieno, procónsul en África en el 336 d. C., quien se basó en un original griego del siglo VI a. C. Los romanos los llamaban galli (pronunciado gal-li).Los celtas probablemente se llamaban a sí mismos *gal-,[cita requerida] o sea: galos (derivados: gálata).No parece posible discernir etnias propiamente celtas entre los primeros grupos de indoeuropeos que penetraron en la Europa central.Otra línea de expansión les llevó a Bélgica y el sureste británico.También se extendieron por los Balcanes, alcanzando incluso una comarca de Asia Menor, que será conocida como Galatia.En esta época se construyen importantes villas fortificadas llamadas oppidum (en plural, oppida), que funcionan como centros comerciales y políticos.Los romanos usaron el término galli para referirse a varios pueblos celtas, entre los cuales estarían los galos, los gálatas, o regiones como la Galia.Sin embargo, aunque los romanos se refirieran a las tribus por sus nombres individuales (aedui, belgae, helvetti, boii...), sí reconocen ciertas características culturales comunes entre estas.También se extendieron por los Balcanes, alcanzando incluso una comarca de Asia Menor, que será conocida como Galatia.En todas estas migraciones su lengua les acompañó allá donde fueran; en el siglo I a. C. se extendían por gran parte de Europa, desde la actual Turquía (Galacia) hasta Portugal.Sin embargo, las lenguas célticas encontraron refugio a la romanización en el extremo noroccidental de Europa, en las islas británicas.Hasta principios del siglo XX en la isla de Man se hablaba el idioma manés.En el norte de Italia han sido encontradas inscripciones anteriores al siglo I en lepóntico, usando una variante del alfabeto etrusco.También existe desde la Edad Media literatura en bretón, escocés y en galés, en algunos casos manteniéndose viva hasta hoy en día.Las celtas pueden estar estrechamente emparentadas con las lenguas itálicas según un cierto número de cognados únicos y algunas similitudes morfológicas.En cambio, en las lenguas de este segundo grupo, el sonido /*kw/ indoeuropeo se mantuvo durante la época antigua, deslabializándose en /k/ más tardíamente.Sin embargo, al no ser este un lenguaje insular no se le podía considerar goidélico, hecho que llevó a algunos autores a considerar la división celta-P/celta-Q como superficial y explicable en término de contactos externos, y, aunque hay argumentos válidos y convincentes en favor de ambas hipótesis, la hipótesis del sistema insular-continental ha ganado mayor aceptación.Sin embargo, hay diferencias adicionales entre los dos subgrupos que hacen conveniente su retención por lo menos de manera provisional.Por ejemplo, en el grupo goidélico los sonidos *an, am se han transformado en una é vocal desnalizada y con enlargamiento antes de un fricativo.La /m/ al final de palabra se tiende a convertir en /n/ excepto en el galo, lepóntico y celtibérico.La siguiente tabla muestra los numerales del uno al diez en los grupos celtas más conocidos: Q-celta insular (goidélico), P-celta insular (britónico) y celta continental (encontrándose en el Galo la variante P-celta, que conlleva a un origen diferentes a los goidelicos de los britónicos, estos últimos pudiendo ser descendientes directos de los galos mientras que los goidélicos pueden surgir de la primera migración celta que llegó a las islas británicas).