Estos pueden haber sido mediados por contactos con los bálticos orientales a lo largo del río Oká.[5] Los estudiosos finlandeses también indican que el letón tenía amplios contactos con el livonio, y en menor medida con el estonio.[6] Por lo tanto, este contacto explica el número de hidrónimos fineses en Lituania y Letonia que aumentan en dirección norte.[9] Según una teoría, las tribus indoeuropeas hablantes de los idiomas que posteriormente darían lugar a las lenguas bálticas probablemente se asentaron en la zona al sur de la costa báltica alrededor del siglo XIII a. C., y posteriormente migraron hacia la costa donde se encontraron con un poblamiento de pescadores y granjeros que hablaban una lengua protofínica.Durante los años de la Mancomunidad Polaco-Lituana (1569-1795), los documentos oficiales se escribían en polaco, ruteno y latín, siendo el lituano casi exclusivamente un lenguaje oral entre las clases humildes.Tales relaciones se identifican por el método comparativo, que intenta reconstruir la cronología de las divergencias entre los idiomas en fonología y léxico.Varias de las extintas lenguas bálticas tienen un testimonio escrito escaso o inexistente, y su existencia solo se conoce por los testimonios de antiguos historiadores o por nombres de personas o lugares; todos los idiomas del grupo báltico (incluidos los dos supervivientes) se comenzaron a escribir relativamente tarde en su probable existencia como idiomas separados.Estos dos factores combinados con otros han oscurecido la historia de las lenguas bálticas, dando lugar a unas cuantas teorías sobre su posición en la familia indoeuropea.