Herri Alderdi Sozialista Iraultzailea, nombre en euskera traducible al español como Partido Socialista Revolucionario Popular, más conocido por su acrónimo HASI —que significa comenzar— fue un partido político alegal español, considerado generalmente como el brazo político de la organización terrorista ETA (m).
Su línea ideológica se enmarcaba dentro del nacionalismo vasco independentista y el comunismo.
Alberto Figueroa fue elegido secretario general, Santiago Brouard, delegado general, Txomin Ziluaga responsable de relaciones exteriores,[4] e integraron también la ejecutiva Natxo Arregi, José Manuel Ruiz, José Miguel Rincón, Enrique Urkijo, Joseba Agirreazkuenaga y Patxi Zabaleta.
[5] Tampoco la sección francesa de EHAS se incorporó al nuevo partido y decidió continuar su existencia en solitario.
[4] Según su versión, en dicha asamblea hubo un auténtico golpe de mano contra la dirección orquestado por ETA militar, postura respaldada por algunos historiadores que atribuyen tal estrategia a Argala.
[18] En septiembre de 1978 se celebró la segunda fase del I Congreso en Lequeitio, donde Santiago Brouard fue elegido presidente y Txomin Ziluaga, secretario general.
Sin embargo, otros partidos de la coalición, como Acción Nacionalista Vasca (ANV), habían mantenido posiciones más favorables a la negociación con otras fuerzas.
La exclusión de Navarra de una eventual autonomía vasca (al menos en primera instancia), acabó por unificar las posiciones, y HB apoyó el voto negativo en la consulta,[20] posición en la que coincidió con EIA, el partido patrocinado por ETA (pm),[21] y, por razones opuestas, con la extrema derecha franquista.
[24][25] Sin embargo, los otros tres partidos presentes en Herri Batasuna y algunos destacados «independientes», como el navarro Patxi Zabaleta, eran firmes partidarios de la participación crítica en las instituciones.
Las elecciones municipales y forales del mes siguiente confirmaron la nueva correlación de fuerzas.
La lucha se extendió a diversos frentes[30] en un combate que Mario Onaindia describiría como una «partida de ajedrez» jugada entre él mismo y Argala.
En abril de 1980, cada facción del sindicato celebró su propio congreso, evidenciando la ruptura.
HASI apoyaba la postura de KAS, oponiéndose a la participación en las instituciones vascas no municipales.
[39] Solagaistua dijo años más tarde que ANV había sido infiltrada por militantes de HASI.
Muchos historiadores y analistas políticos consideran que, a partir de este momento, Herri Batasuna se convirtió en una organización controlada por ETA(m).
Ante la previsión de que pudiera recibir un apoyo masivo, Herri Batasuna, sumida en el conflicto interno e imponiendo las tesis de HASI y KAS, optó por un rechazo indirecto pidiendo la abstención.
Además, pese a su descenso, la menguada coalición se convirtió en segunda fuerza parlamentaria tras el cada vez más poderoso Partido Nacionalista Vasco, consiguiendo once de los sesenta asientos.
La unanimidad presidió la celebración del II Congreso del partido en septiembre de 1983 en Rentería,[46] donde se aprobó una ponencia relativa al papel de KAS como «bloque dirigente» conteniendo propuestas para su reorganización.
[51] El hecho tuvo también una gran repercusión social dada su condición de miembro del Parlamento Vasco.
[59] Unos meses más tarde, Ziluaga y los suyos serían expulsados del partido, si bien permanecerían en Herri Batasuna.