[8] Sus principales bases se encontraban situadas en el Gran Bilbao y las localidades guipuzcoanas de Mondragón, Beasáin y Vergara,[9] zona esta última de gran implantación del movimiento cooperativista, en el que ESB tenía importantes apoyos.
[10] El partido surgió con la idea de cubrir un espacio político dentro del nacionalismo vasco con un ideario socialista situado entre el nacionalismo conservador y moderado del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y la izquierda abertzale de carácter marxista-leninista del bloque KAS, «para dar una expresión políticamente organizada a los intereses de los trabajadores vascos».
[17] Estableció su sede oficial en Pamplona (Navarra)[18] e Iñaki Aldekoa fue elegido secretario general,[19] sustituyendo a la anterior dirección colegiada.
En lo referente a la cuestión vasca, ESB-PSV defendía la soberanía del País Vasco más que la independencia, entendiendo que, como mínimo, el Estado español debía devolver la autonomía de la Segunda República además de los derechos forales arrebatados durante los siglos XIX y XX.
Mantenía que el proceso autonómico vasco debía desvincularse del proceso constitucional español y entenderse como una negociación de igual a igual entre un poder autónomo vasco restaurado y el nuevo poder central constituido en España.
[23] En varias ocasiones recibió el apelativo de «pallachista»,[24] en referencia a Josep Pallach, líder del Partit Socialista de Catalunya-Reagrupament que dirigió un fuerte proyecto socialdemócrata y autonomista[25] con el que el antiguo MSE había mantenido contactos.
ESB-PSV calificaba a EHAS, LAIA y EIA como «la extrema izquierda del KAS»,[28] en línea con la postura firmemente antimarxista de Txillardegi; mientras que esos partidos acusaban a los partidarios del ESB-PSV de socialdemócratas y autonomistas.
[18] No eran mejores las relaciones con el recién constituido Partido Socialista de Euskadi (federación vasco-navarra del PSOE), al que ESB-PSV consideraba una mera sucursal y un agente imperialista español y que, a su vez le calificaba como racista.
[31] Que el frentismo no era el único camino del abigarrado ESB-PSV lo demuestra su participación en las negociaciones para formar la candidatura conjunta al Senado que luego se denominaría Frente Autonómico, junto con el PSOE, el PNV y otros partidos.
En las tres primeras sesiones se produjo un cada vez más agrio enfrentamiento entre el Partido Nacionalista Vasco, que encabezaba el sector partidario de participar en las elecciones, y ETA militar, que había expuesto sus condiciones en marzo,[34] manifestó su clara oposición a la participación nacionalista en el proceso y anunció su intención de reanudar los asesinatos.
El conflicto llegó a tal grado que el PNV se retiró de la cumbre tras la tercera sesión.
[35] Años más tarde, Joseba Azkarraga, representante del PNV en las reuniones, recordaba la inamovible postura de ETA (m), que exigía la amnistía total como condición previa a la participación en el proceso político cuando solo quedaban 35 presos encarcelados[36] (el 24 de marzo quedaban todavía 106).
[37] Unos meses más tarde, cuando fue aprobada la Ley de Amnistía en octubre, ETA militar expresó abiertamente su auténtica posición: «es parcial, pero aunque fuese total no variarían nuestros planteamientos, ya que nosotros iniciamos la lucha porque Euskadi estaba oprimida».
[nota 2] Como consecuencia inmediata ESB-PSV se encontró con una situación muy difícil, pues las elecciones le habían dejado sin presencia institucional, con fuertes deudas económicas[46] y con su teórico espacio político ocupado no solo por el Partido Socialista de Euskadi-PSOE, sino también por la coalición Euskadiko Ezkerra (alianza de EIA con el Movimiento Comunista de Euskadi), que sí había logrado representación parlamentaria.
[60] ANV había sido la gran derrotada en las elecciones de 1977 al no llegar a cosechar ni 9.000 votos.
El nuevo partido fruto de la fusión se llamaría Euskal Sozialista Ekintza (Acción Socialista Vasca).
Sin embargo, el desarrollo del III Congreso Nacional de ESB-PSV frustró los ambiciosos planes.
Sin embargo, ESB-PSV, fiel a su trayectoria participativa, era partidario de defender el voto negativo.
[73][74] Una vez más, el partido quedó en minoría dentro de la coalición y se impuso la postura abstencionista.
[78] Paralelamente, ESB-PSV recibió ofertas para integrarse en la coalición electoral Euskadiko Ezkerra, pero renunció a esta posibilidad[79] al rechazar el posibilismo de EE y su apoyo al Estatuto de Guernica, calificado despectivamente desde ESB-PSV como Estatuto Vascongado por no incluir a Navarra en su seno.
Además, Iñaki Aldekoa presentó su dimisión como secretario general del partido[88] y continuó militando en Herri Batasuna como independiente junto con sus seguidores.