A nivel político y de defensa, el gobierno de Leoni continuó el enfrentamiento comenzado por Betancourt contra las guerrillas comunistas, conflicto que se radicalizó durante su gobierno.
El fenómeno político Wolfgang Larrazábal quedó eclipsado y Jóvito Villalba en solitario llegó justo detrás de Caldera.
AD seguía siendo el partido pardo por excelencia, pero Caracas estaba definitivamente perdida.
[2] Además en 1967 AD sufre una nueva división cuando Luis Beltrán Prieto Figueroa funda el Movimiento Electoral del Pueblo.
Se denunció que existió retardo procesal y cambios en el código penal para aumentar las penas por los delitos de sedición.
[22]Dentro del grupo se encontraban los diputados José Vicente Rangel, Luis Miquilena y José Herrera Oropeza; los cuales realizaron denuncias de centros de detención clandestinos a donde eran trasladados las personas para ser sometidos a torturas, asesinatos y posteriormente ocultar sus restos.
[3][23] Uno de los casos más destacados fue el del profesor Alberto Lovera quien fue secuestrado en plena vía pública.
Posteriormente fue torturado, falleció debido a esta, y su cuerpo fue arrojado al mar con unas cadenas.
[3]Según autores, en una versión se afirmó que supuestamente Soto Rojas fue lanzado desde un helicóptero en la zona El Bachiller del estado Miranda, su cuerpo nunca fue encontrado.
[24] [23] Algunos otros ejemplos incluyen a José Camilo Mendoza, Julio César Farías Mejías, Augusto Hidalgo, Bartolomé Vielma, Guillermo Lapp, Ibrahim Villasmil, Jesús Pérez, Aníbal Morales Boada, José del Carmen Chávez, Francisco Lozada, Isabel Acosta Riva, Luis Rafael Tineo Gamboa, César Burguillos, Donato Carmona, Juan Mollejas, Ramón Pasquier, Víctor Tirado y Felipe Malaver, entre otros.
[27] Por otra parte, varios políticos y activistas mostraron preocupación por casos de detenidos involucrados con grupos insurgentes que murieron en extrañas circunstancias mientras estaban bajo custodia.
Tres días después fue anunciado por las autoridades que se habría ahorcado en su celda, aunque esta versión fue cuestionada por activistas y organizaciones de izquierda.
La situación fue controlada por las autoridades venezolanas provocando dos muertos y la captura de dos cubanos.
A diferencia de las guerrillas en varias partes del mundo, no tenían apoyo rural digno de mención y como tales no controlaban pueblos y vivían al día.
Junto con otros 15 miembros del ejército cubano fueron a las montañas de Coro Sierra para fortalecer a los guerrilleros Douglas Bravo que luchaban contra las tropas gubernamentales que terminaron en una gran pérdida estratégica con un alto costo humano.
Raúl Leoni le dijo al escritor Miguel Otero Silva en una entrevista:[3]
[39] Para entonces, los izquierdistas venezolanos habían renunciado a la violencia y buscaban la legalización, pero Raúl Leoni no la ofreció.
Más tarde, Arnaldo Ochoa Sánchez fue juzgado y ejecutado por Fidel Castro por un cargo poco probable de Narcotráfico en 1989.