Por otra parte en 1969, el Pacto Andino se convierte en una contrapropuesta subregional que busca una integración de países con economías similares (Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú).
[1] Cabe aclarar que todos estos países ya hacían parte de la ALALC y que proponen que primero a través de la integración subregional se logrará luego la integración latinoamericana.
Si bien con la ALALC hubo un incremento del comercio regional, que coincide con la crisis del modelo "proteccionista" de industrialización por substitución de importaciones (ISI) y un incremento del comercio entre Europa y EE.
UU, así como también coincide con la crisis mundial petrolera de 1973, sus problemas se debieron a una falta de coordinación económica y a la rigidez en los plazos y mecanismos que no permitían otras formas de negociación.
Sin embargo hay que anotar que ciertas de estas materias son las que en la actualidad se incluyen en los tratados llamados de "tercera generación" y que han sido reveladas como prioritarias desde hace pocos años, en particular a partir de la incidencia de la globalización de capitales financieros, la inversión directa extranjera y la transformación del GATT (que solo se centra en bienes) a la Organización Mundial de Comercio en 1995, quien tiene en cuenta tanto los bienes como servicios, patentes, etc.