La costa este, por el contrario, está muy lejos del contacto interplacas, y es mucho más estable.
Está formado por 48 estados contiguos, más Alaska, en el noroeste, y las islas Hawái, en el Pacífico.
Comenzando por el oeste, y tras las estrechas llanuras costeras se encuentran las sierras litorales del Pacífico.
Cerrando todo este conjunto aparecen las montañas Rocosas, en las que se incluyen algunas de las sierras ya mencionadas.
Todo el conjunto se interna en Canadá por el norte y le separa de México el valle del río Grande.
No se trata de una región uniforme, ya que aparecen diversas unidades.
El conjunto que da paso al valle del Misisipi es la meseta de Ozark.
Estos últimos se dividen en dos ramas: la oriental (integrada por los montes Azules) y la occidental.
En invierno son frecuentes las nevadas, que se mantienen en las cumbres de los Apalaches hasta el deshielo primaveral.
Su cima más alta es el monte Elbert (4399 m) y el límite de nieves perpetuas se sitúa en torno a los 3000 m. Las Rocosas Centrales constituyen el segundo sector y siguen la misma orientación, salvo en los montes Vinta, que discurren de oeste a este.
Las lluvias también aumentan pero solo hasta los 2000−3000 m, a partir de estas altitudes disminuyen.
En las áreas más bajas dominan las praderas, que son sustituidas por bosques de coníferas conforme aumenta la altitud.
En la Gran Cuenca y el Valle de la Muerte el clima es estepario o desértico, con temperaturas medias que superan los 35 °C.
El clima es templado, con una elevada humedad, por la proximidad del Pacífico y notables lluvias, más abundantes en invierno.
Las llanuras Interiores ocupan las tierras situadas entre los Apalaches, las Rocosas, los Grandes Lagos y el golfo de México.
Entre ellas se distinguen tres regiones: la cuenca del río Misisipi, los Grandes Lagos y las llanuras y montañas interiores (incluyendo entre estas las mesetas bajas del Interior, las grandes llanuras, las tierras bajas centrales).
El clima es continental, con oscilaciones acusadas de temperatura, veranos cálidos e inviernos fríos.
De igual manera, las precipitaciones son más abundantes a medida que se avanza hacia los territorios del este.
El estado más septentrional del país es Alaska, con una enorme península que comprende, al norte, la cordillera de Brooks (cuyas cimas no superan los 200 m) y al sur la cordillera de Alaska (donde se registra la mayor altitud del país: monte Denali, 6194 m).
El valle del río Yukón (una región de llanuras y mesetas) separa las dos cordilleras.
Estas bajas temperaturas provocan la aparición del permafrost, suelo permanentemente congelado cuya capa más superficial se derrite en verano.
Las precipitaciones (líquidas o en forma de nieve), superan escasamente los 300 mm/año y son más abundantes en verano.
Las formaciones vegetales adaptadas a este clima son el bosque de coníferas, formado por abetos, pinos y la tundra.
En cuanto a la fauna, destacan el oso, la foca, el morsa, la nutria, el castor y el lobo.
[3] Estados Unidos también tiene tres territorios en el Océano Pacífico: Guam, las Islas Marianas del Norte, y Samoa Americana.
Todos los siglos, en su parte central, aparece la sequía, ocasionalmente un gran desastre, como durante el Dust Bowl, entre los años 1930 y 40.