Todas ellas habitan exclusivamente en el hemisferio norte, excepto algunos castores americanos que llegaron a la región argentina y chilena de Tierra del Fuego, al ser allí introducidos.
No obstante, en ecosistemas extraños para ellos, estas modificaciones al ambiente pueden ser perjudiciales, como ha sucedido, por ejemplo, con los castores introducidos en la isla de Tierra del Fuego en Argentina y Chile.
Los castores están emparentados con las ardillas (familia Sciuridae), ya que cuentan con ciertas características estructurales semejantes en el cráneo y en la mandíbula inferior.
[5] Los castores tienen las patas traseras palmeadas, mientras que las delanteras, cubiertas de un pelo más negro, son semejantes a manos, cada una con cinco dedos bien desarrollados.
[2][8] Los castores no tienen buena vista, aunque pueden ver bajo el agua gracias a una membrana nictitante, un tercer párpado, lateral y transparente, que cubre sus pequeños ojos.
En algunos países donde antes vivían, como España y el Reino Unido, fueron erradicados debido a esta cacería desmedida, y aunque en la era moderna la especie se encuentra ligeramente amenazada,[10] cada vez son más los esfuerzos realizados para restablecer sus poblaciones en todo el continente, por lo que la población de esta especie va en aumento.
No obstante, también se ha introducido la especie en otras regiones, destacándose Tierra del Fuego y la península escandinava.
[15] En la siguiente tabla se comparan los rasgos distintivos más sobresalientes: Los castores son esencialmente acuáticos en sus actividades, y nunca viajan por tierra a menos que sea necesario.
Son animales sociables, llegando a formar grupos o colonias de hasta doce individuos, compuestas por una pareja y sus crías.
Al nadar, se impulsan con sus extremidades posteriores, que siempre permanecen sumergidas, asomando fuera del agua únicamente su cabeza, para poder respirar y ver el entorno.
[21] Aunque pueden ingerir casi cualquier vegetal comestible que encuentren en la orilla de un río o lago, prefieren ciertos alimentos sobre otros.
[17] Dado que pasan la mayor parte del tiempo en el agua o en la seguridad de sus madrigueras, los castores tienen pocos depredadores.
[4] Esto produce una sonora palmada, audible sobre y debajo del agua, la cual es tan fuerte que puede ser percibida por un humano en un radio de 100 metros.
Más adelante, en el siglo XIX, ya solo se les podía encontrar en algunas regiones pantanosas de Alemania, Bielorrusia, Noruega, Rusia y Mongolia.
Por esta razón, el castor se acopla perfectamente con los bosques de su zona nativa, mientras que en la región sudamericana tiende a desequilibrar los ecosistemas.
[41] También se alegaba que la llegada de los castores podría perjudicar a algunas especies protegidas en la zona, como el visón europeo y la nutria.
[49] Tal como indica la obra Wildlife comeback in Europe: The recovery of selected mammal and bird species,[49] actualmente los expertos coinciden en que esta especie supone una gran oportunidad para promover los efectos ecológicos positivos del castor como ingeniería ecológica, incluyendo el aumento de la biodiversidad como resultado de cambios inducidos por el castor en hábitat, y este ha sido el foco de más reciente investigación.
Más recientemente, estudios han demostrado un efecto positivo del claros creados por el castor para los murciélagos insectívoros, proporcionando nuevos sitios de caza y alimentación para especies como Pipistrellus spp.
[58] Con frecuencia, los castores construyen un dique más pequeño río arriba para disminuir la fuerza de la corriente y así reducir la presión que ejerce ésta sobre la madriguera.
No obstante, en las épocas donde los ríos se vuelven muy caudalosos, generalmente permiten que fluyan con libertad pequeñas corrientes a través del dique.
Los diques también reducen la erosión y disminuyen la turbidez del agua, el cual es un factor determinante para la vida acuática.
Los humanos igualmente se ven beneficiados, pues los humedales proveen una valiosa fuente de agua para cualquier uso, desde doméstico a industrial y agrícola.
[65] Además, debido a la gran cantidad de peces que habitan en sus aguas, son muy valiosos para las actividades pesqueras.
Finalmente el prado es colonizado por árboles ribereños, por ejemplo, álamos temblones, sauces y aquellas especies que son las favoritas de los castores.
Muchas bacterias producen celulosa, la cual puede separarse de la glucosa y utilizarse como fuente energética.
Algunos géneros de bacterias que pueden participar en este proceso son: Achromobacter, Alcaligenes, Bacillus, Flavobacterium, Lactobacillus, Micrococcus, Proteus y Pseudomonas, por mencionar algunos.
Gracias a los canales, pueden llegar nadando hasta el punto deseado, y regresar al estanque con los materiales del mismo modo.
De esta forma, reducen significativamente las distancias que deben recorrer por tierra, y por lo tanto agilizan su labor.
Los castores europeos fueron cazados llevándolos al borde de la extinción, en parte para la obtención del castóreo, que era usado como analgésico, antiinflamatorio, antitusigeno y antipirético.
La cultura popular occidental suele representar a estos animales de forma positiva, como personajes bondadosos y trabajadores.