García Fernández

La transmisión fue automática, sin que mediara ninguna confirmación regia, como si ya, al menos de facto, los gobiernos que había ejercido Fernán González hubieran entrado a formar parte del patrimonio familiar y se heredan de padres a hijos.

[3]​ Así reza este primer documento: Cuando García accede al condado, León se encontraba en paz con el califa Al-Hakam, en la época de mayor esplendor del califato, que llegó a ejercer una especie de supremacía pacífica sobre los territorios cristianos peninsulares.

Con respecto a Córdoba, al principio no hizo más que observar: Quebrantó la paz en 974 saqueando las tierras de Soria y Guadalajara.

El frío le obligó a retornar, aunque con un inmenso botín,[b]​ parte del cual entrega al infantazgo de Covarrubias cuya abadesa y señora debía ser su hija Urraca.

Galib intentó recuperar Gormaz, que era fiel a Almanzor, para lo que se alió con el conde de Castilla y con el rey de Pamplona, pero no consiguió derrotarlo en Rueda.

Su política fue de paz con los Estados cristianos y, a ser posible, intentó unirlos para la lucha contra Almanzor.

Comprende que le era imposible conservar las plazas alejadas y, así, decide en 984 retirarse a Sepúlveda abandonando Atienza.

[d]​ En junio de 989 Almanzor, acompañado por su hijo Abd Allah, puso sitio a Gormaz y fue rechazado.

Hubo grandes pérdidas por ambos bandos (falleció el obispo de Valpuesta, Nuño Vela).

Aun así se mantiene la tregua hasta 994, circunstancia que aprovechó Bermudo II para regresar a León que, agradecido, tomó por esposa a la infanta Elvira, hija del conde, probablemente en los últimos meses de 991.

Los dos destacamentos enemigos se encontraron fortuitamente en el paraje actualmente denominado Piedrasillada, entre Langa de Duero y Alcózar.

Puerta califal de la fortaleza de Gormaz .
Restos de Medina Azahara .
Campañas militares de Almanzor . En verde oscuro, territorios hostigados por el militar árabe. El mapa muestra las diferentes aceifas de Almanzor y las fechas en que fueron llevadas a cabo.
Portaleyo de Gonzalo de Berceo con los sarcófagos de los siete infantes de Lara y tres reinas navarras en el Monasterio de San Millán de Suso .