Ava de Ribagorza

Ava de Ribagorza (c.942-c.995), hija de Ramón II de Ribagorza y de Garsenda de Armañac, fue consorte del condado de Castilla por su matrimonio con el conde García Fernández.Su matrimonio fue celebrado en vida de su padre y posiblemente debido a la influencia de Toda de Pamplona.[1]​ Tras la muerte de su padre en el 960 se inició una cierta crisis en el condado ya que sus hermanos no habían dejado herederos legítimos, solo un hijo extramatrimonial de su hermano Isarno llamado Guillermo que fue enviado a Castilla para su formación tenía derechos sucesorios y aun así tras su muerte en el 1017 tras ir a reclamar su derecho sucesorio en el valle de Arán, acción que terminó desembocando en la vinculación del condado al reino de Pamplona.[2]​ Tras su muerte fue enterrada junto a su marido en el monasterio de San Pedro de Cardeña en Burgos.[2]​ Casada con el conde García Fernández alrededor de 960,[3]​[4]​ , de los seis hijos que rebasaron la edad juvenil el único hijo varón será el sucesor al frente del condado de su marido; una de las hijas, Elvira, será reina de León; otras dos, Toda y Mayor, casarán con magnates investidos con la dignidad condal; y finalmente las últimas, Urraca y Oneca seguirán la vida religiosa, dirigiendo sendos monasterios, de acuerdo con su alto origen, como hijas de los condes de Castilla.