En términos muy generales, el habla del continente americano muestra muchas características comunes similares a las variantes del sur de España, especialmente al oeste de Andalucía (Sevilla, Cádiz) y las Islas Canarias.
Los idiomas indígenas han dejado su huella en el español americano, un hecho que es particularmente evidente en el vocabulario relacionado con la flora, la fauna y los hábitos culturales.
El español o castellano es el idioma oficial de iure o de facto, en estas jurisdicciones en América: Argentina,[2] Bolivia,[3] Chile,[2] Colombia,[4] Costa Rica,[5] Cuba,[6] Ecuador,[7] El Salvador,[8] Guatemala,[9] Honduras,[10] México,[11] Nicaragua,[12] Panamá,[13] Paraguay,[14] Perú,[15] República Dominicana,[16] Uruguay,[2] Venezuela[17] y Puerto Rico.
Existen también grandes comunidades hispanohablantes autóctonas o inmigrantes en países americanos donde el español no es idioma oficial, como en Estados Unidos, donde es el segundo idioma más hablado; Belice, Canadá, Trinidad y Tobago y Brasil, al igual que en otros territorios como en las Islas Malvinas.
No existe ninguna característica específica definitoria del español de América, el término tiene más relevancia geográfica que lingüística.
Una excepción notable al yeísmo generalizado de América es la zona andina, donde el español estuvo sometido a la influencia de lenguas como el quechua o el idioma aimara, que también muestran la distinción entre la lateral palatal /ʎ/ y el sonido /ʝ/.
Así, el vosotros sólo se usaría, en la lengua hablada corriente, en la España peninsular y en Guinea Ecuatorial como una forma de trato familiar plural, acompañada de las conjugaciones clásicas del voseo reverencial, quedando reservado 'ustedes' en estos lugares para el tratamiento cortés o respetuoso.
Los únicos casos en que no se da esto en el archipiélago pueden deberse a la influencia mediática reciente, o al uso del estándar literario.
Este fenómeno ocurre también en las Islas Canarias, a diferencia de casi toda España donde la diferenciación entre ambos tiempos es predominante.
En el Río de la Plata el uso del simple puede ser incluso total desapareciendo casi por completo el tiempo compuesto, algo similar ocurre en Galicia y Asturias.