Riviera Maya

Como su nombre afirma, la Riviera Maya fue habitada originalmente por el pueblo maya desde el 200 a. C. Si bien las ciudades que florecieron en la zona no se comparaban a Tikal , Calakmul o Chichen Itzá en cuanto a infraestructura, aún seguían teniendo construcciones en la que se emplearon bases matemáticas y alto nivel de precisión, artes e ingeniería, heredadas de la influencia del Petén y la región Puuc.

La zona costera fue en el período clásico mesoamericano un foco de numerosas aldeas y pueblos que abastecían mediante rutas comerciales a las grandes ciudades-estado del interior de Yucatán con recursos del mar Caribe, como las conchas o los corales que se usaban en rituales y ornamentaciones.

En aquel momento, la zona era conocida como "Corredor Turístico Cancún-Tulum", un nombre muy largo, impreciso, difícil de traducir a otros idiomas y que no recogía adecuadamente el carácter y ambiente del destino.

Con la creación del Impuesto al Hospedaje (IAH), se integró el Fideicomiso para la Promoción Turística de la Riviera Maya, órgano integrado por el sector privado, el gobierno estatal, federal y municipal, cuya misión era dirigir el posicionamiento a nivel mundial del nuevo destino.

El nuevo nombre vino acompañado del lema "Descubre Nuestro Caribe Milenario".

La zona vio un crecimiento exponencial en los siguientes años, con la aparición de nuevos hoteles y atractivos turísticos.

Por el bajo oleaje, el lugar es idóneo para la práctica de windsurf, snorkel y buceo.

Al noroeste existen varios cenotes para la práctica de buceo o natación.

En la población existe un pequeño museo creado por el CEA (Centro Ecológico de Akumal).

Al sur a 4 km de distancia se encuentra Aktun Chén, una cueva con tres galerías que presentan formaciones de estalactitas y estalagmitas y un cenote al interior.

Zona arqueológica de imponente belleza a orillas del mar Caribe, bañado por sus aguas azul turquesa.

[3]​ Aquí se llega al destino más austral, que es Punta Allen y la población de Javier Rojo Gómez.